La Audiencia de Sevilla ha absuelto a un joven de 22 años que fue juzgado por la supuesta violación de una niña de 12 años, que permanecía acogida con sus tíos y padres del procesado.
Una sentencia de la Sección Séptima de la Audiencia, a la que ha tenido acceso Efe, indica que la menor de edad se personó en septiembre de 2009 en la delegación provincial en Sevilla de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social para pedir "amparo y protección" porque la convivencia con sus familiares "se hacía insostenible".
Al mes siguiente relató a varios testigos que había decidido personarse en los Servicios de Protección porque había sufrido abusos sexuales por parte de su tío -en una causa que se investiga por separado- y que había sido violada por el joven de 22 años ahora absuelto.
La sentencia únicamente considera probado que la menor, de origen marroquí, convivía desde los ocho años con sus tíos y con el acusado en esta causa, J.D.V.P., con el que desarrolló "sentimientos casi fraternales" debido a la continuada convivencia.
El joven se ha visto libre así de los cinco años de cárcel e indemnización de 6.000 euros que pidieron para él la Fiscalía y la Junta de Andalucía, personada como acusación particular en representación de la menor.
La sentencia absolutoria se basa en las contradicciones de la niña, que situó los hechos delictivos en torno a noviembre de 2008, cuando tenía 12 años.
Aunque inicialmente solo denunció malos tratos físicos y psíquicos por parte de sus tíos, más adelante reveló a una psicóloga que su tío, cuando ella tenía unos diez años, le hizo objeto de tocamientos en dos ocasiones y que, cuando contaba diez años, se encerró con ella en el cuarto de baño y la golpeó en la cabeza.
Respecto a las supuestas violaciones por parte de J.D.V.P., dicen los jueces que las declaraciones de la menor han sido contradictorias, pues cuando ingresó en el Servicio de Protección de Menores "no narró ningún abuso o agresión sexual".
El 28 de octubre de 2009, dijo a una educadora que había sido violada por J.D.V.P., en cuatro entrevistas mantenidas en febrero y marzo de 2010 con el Equipo de Investigación de Casos de Abuso Sexual (EICAS) relató tocamientos por parte del procesado pero "dudó de que hubiera penetración", mientras que en noviembre de 2010, en el juzgado de instrucción, solo narró tocamientos.
En julio de 2011, en la sede del EICAS y con presencia del juez de instrucción y del fiscal, la menor solo describió tocamientos, y cuando la psicóloga le puso de manifiesto sus contradicciones y el hecho objetivo de la ruptura del himen, la niña relató que el acusado "se puso encima de ella pero no describió una penetración".
Finalmente, el día del juicio, cuando se le tomó declaración "en el clima más favorable posible, en el despacho del presidente del tribunal y sin presencia del acusado", la menor se negó a declarar.