El Juzgado de Instrucción número 20 de Sevilla ha procesado a dos agentes de la Policía Nacional que supuestamente insultaron y agredieron con golpes y pisotones a una joven, identificada como M.R.L., que había ido a denunciar el robo de su bolso a la comisaría ubicada en la Alameda de Hércules, y que terminó esposada y detenida en los calabozos de la comisaría de Blas Infante.
En un auto, al que ha tenido acceso Europa Press, la juez procesa a los dos agentes por un presunto delito contra la integridad moral y una falta de lesiones, mientras que también procesa a la denunciante por un supuesto delito de atentado a agentes de la autoridad y faltas de lesiones, dando traslado a las partes para que en el plazo de diez días soliciten la apertura de juicio oral, formulando escrito de acusación o pidiendo el sobreseimiento de la causa.
La juez recuerda que en el Juzgado se incoaron diligencias previas por la actuación de los policías, por un lado, y por la actuación de la joven, por otro.
En relación al primer asunto, dice que, sobre las 00,30 horas del día 22 de junio de 2011, la denunciante acudió a la comisaría para poner una denuncia por la sustracción de su bolso momentos antes, siendo recibida por un policía, pero ante la tardanza del agente en atenderla la joven se acercó a la garita de seguridad, "mostrándose disconforme" con la actitud de los dos policías que allí se encontraban.
Al pedir el número de placa a uno de los agentes, éste "se lo tapó", por lo que se acercó para verlo, momento en el que uno de los procesados "la agarró por detrás del pelo, tirando de ella hasta caer de rodillas, haciendo el intento de levantarse", pero entonces el policía "tiró de nuevo de ella, siendo asimismo agredida" por el otro imputado cuando la joven estaba en el suelo.
Una vez en las dependencias de la comisaría de Blas Infante, uno de los policías "profirió expresiones vejatorias" hacia la joven, según dice la juez en el auto consultado por Europa Press.
En el mismo auto, la juez se refiere a la participación de la joven y relata que, cuando acudió a la comisaría, "estaba muy alterada" y se dirigió a un policía "exigiéndole que le tenía que llevar a su domicilio", ya que había perdido la llave del candado de su bicicleta, momento en el que el agente le explicó que primero tenía que formular una denuncia.
ACTITUD "DESAFIANTE" E "IRRESPETUOSA"
Seguidamente, la joven se dirigió al otro procesado diciéndole "no hacéis nada, es vuestra obligación civil llevarme a mi casa", exigiéndole que le facilitara el número de placa, momento en el que, "de improvisto, agarró el número con la intención de arrebatárselo, produciéndose un forcejeo" en el que le llegó a quitar el número, intentando marcharse con el mismo.
Por ello, el agente "tuvo que utilizar la fuerza mínima indispensable, ya que la joven se resistía a entregárselo", a lo que se suma que, durante su custodia, la denunciante "mantuvo una actitud desafiante e irrespetuosa, llegando a faltar al respeto" a los procesados, que sufrieron distintas lesiones por estos hechos.
La juez procesa tanto a los dos policías como a la joven al considerar que "las diligencias" practicadas "evidencian que existen motivos suficientes" para atribuir la perpetración de los delitos mencionados a todos ellos.