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Sevilla

Culpable de allanamiento y daños el exmarido de Matilde Solis

Un jurado popular ha declarado culpable de allanamiento y daños al exmarido de la aristócrata Matilde Solís, al que no ha aplicado la atenuante de alcoholismo que pidió y sí la agravante de parentesco

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Un jurado popular ha declarado culpable de allanamiento y daños al exmarido de la aristócrata Matilde Solís, al que no ha aplicado la atenuante de alcoholismo que pidió y sí la agravante de parentesco.

En un veredicto emitido anoche, el jurado popular ha condenado además al acusado Borja M.S. a pagar los 812 euros que costó reparar la cancela que destrozó para penetrar en la vivienda de Matilde Solís.

Fuentes del caso han informado hoy a Efe de que, tras el veredicto, el fiscal pidió para el acusado una condena de 18 meses de cárcel por allanamiento simple y 24 meses de multa por un delito de daños.

Los hechos por los que fue juzgado ocurrieron en la noche del 13 de noviembre del 2009, cuando Borja M.S. acudió a la que había sido la vivienda familiar antes de su separación matrimonial, alcanzada en junio del 2009, en un divorcio por mutuo acuerdo en el que ella conservó la que había sido la vivienda familiar, la finca "El Pinar Viejo" situada en Huévar del Aljarafe (Sevilla).

En su declaración ante el jurado, el acusado negó el delito de allanamiento y dijo que fue ella quien le llamó por teléfono, le invitó y mantuvieron relaciones sexuales después de tomarse una cerveza sentados en el dormitorio.

Borja M.S., de 38 años, también negó haber derribado con su coche tipo ranchera la cancela de entrada a la finca, sino que estaba rota desde hacía dos años, "era un papel de fumar" y bastaba con "empujarla un poco con el morro del coche".

Según el acusado, tras mantener relaciones sexuales se quedó en la cama, ya que Matilde no le pidió que se fuera, hasta que unas horas después fue despertado por la Guardia Civil, que acudió al domicilio por denuncia de la mujer.

Borja mantuvo que Matilde Solís le había llamado en muchas otras ocasiones, antes y después del incidente juzgado ahora, incumpliendo la orden mutua de alejamiento que pesa sobre ambos.

Por su parte, Matilde Solís declaró al jurado que no lo invitó pero tampoco le dijo que se fuera, ya que estaba asustada y todo su interés era conseguir pruebas del delito.

Solís compareció como testigo ante el jurado y negó que hubiesen bebido juntos una cerveza mientras charlaban y que luego ambos hubiesen mantenido relaciones sexuales.

También negó que la puerta de la vivienda estuviese abierta, sino que el acusado la abrió con un juego de llaves que conservaba.

La aristócrata, que declaró protegida por una mampara, relató que la separación de hecho se produjo en octubre del 2008 y reconoció que varias veces antes del divorcio firmado en junio del 2009 su exesposo durmió en la finca y llegó a pasar temporadas acompañado por el hijo común. EFE

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