Antonio de la Cuesta creció musicalmente dentro del punk-rock de finales de los 80. En su traslado a Barcelona nace Tonino Carotone y ve la luz su primer disco Mondo Difficile. Su canción Me cago en el amor, emblema de crápulas, pendencieros y románticos de corazón, le dio fama mundial. Carotone actuará en La Caja Negra el 22 de febrero.
¿En qué consiste el estilo Naparmex?
–Buena pregunta, pues no se inventan géneros musicales así como así todos los días. Allá por los 90 e inspirado en el tex-mex, música mexicana norteña y tejana, el grupo navarro Kojon Prieto y Los Huajalotes inventan el Naparmex, una particular fusión de la música mexicana con el folclore punk al más puro estilo navarro, que tras su éxito llego a crear incluso escuela y son innumerables los grupos fieles a este género.
¿Cómo ha evolucionado su música y sus letras desde aquel Tonino Carotone?
–Ya en los Huajolotes hacia guiños a la canción ligera mediterránea, transformando las letras de canciones cargándolas de mi particular sarcasmo e ironía. Como Carotone no hice más que reafirmar mi estilo libre profundizando en la canción mediterránea. Después, la obra evoluciona al tiempo que el artista. Cada canción expresa sentidos, sin perder la esencia personal y siempre libre de complejos y prejuicios musicales.
¿Qué significó ‘Me cago en el amor’?
–Hay temas que tienen magia y éste es uno de ellos. Se trata de una reflexión triste llena de dolor y de amor, que no desamor, profundo y desgarrador que tuvo su éxito partiendo de circuitos de radio no comerciales y llegando a ser número uno en Italia, Grecia o Argentina, y escuchada por todo el mundo, antes de que el internet lo globalizara todo. Por eso es mágica, porque casi por si sola dio la vuelta al mundo consolando almas a golpe de blasfemia, incluso la mía. En Italia la estrofa de mondo difícil, e vita intensa... es como un rezo pagano y popular, es de todos y para siempre. La compuse para cantarla y para liberarme y sí, me cambio la vida...
De sus colaboraciones en el cine y la televisión, ¿cuáles recuerda con más cariño?
–En Tú qué harías por amor de Saura Medrano protagonicé una escena en la que hacía de mi mismo y cantaba una canción. Entre bastidores se montó una fiesta que te cagas con parte del equipo y algunos actores; conocí a Fele Martínez, Silke, Paco Rabal, etc. Trabajó también Aitor Merino, que fuimos juntos a la escuela y compañeros del equipo de hockey Lagunak en Barañain, donde vivíamos de “chabalicos”. En la tele tuve la fortuna de conocer y participar con todo el equipo profesional de José Mota, y a Paco Collado, claro. Me divertí muchísimo y me trataron muy bien.
¿Cómo definiría sus directos?
–Tonino es un animal de directo. Provocador y a veces casi lisérgico, sabe conectar con el público y hacerle partícipe del espectáculo. Tiene su punto de cabaret, respetando al máximo la improvisación y comentarios... Canta lo que siente y siente lo que canta, disfrutando más que cualquier espectador. Fiel a sus canciones e interpretaciones. Este espectáculo en concreto es un personal y minimalista, armonizado a modo de orquesta, acompañado ni más ni menos que por Piluka, inseparable vocalista, y Ander a la guitarra.
