En el verano de 1985 nos encontrábamos mi hijo Francisco José y yo en la Hemeroteca Municipal, que entonces estaba en el edificio llamado de La Madrina, junto al teatro Lope de Vega, investigando el 18 de julio de 1936, cuando el director del centro, el profesor Alfonso Braojos Garrido, nos dijo: Si queréis conocer las fotografías de Serrano de la guerra civil, tendréis que haceros responsables de su limpieza e identificación... Hay unas cien cajas de cartón llenas de cristales sin identificar… y han estado muchos años a la intemperie en el patio de la casa de los Serranos, en la calle Zaragoza…
Mi hijo y yo nos hicimos cargo de la tarea. A cambio dimos a la Hemeroteca un listado de fotos impresas en foto contacto. Todo el trabajo de laboratorio lo realizó mi hijo Francisco José, fotógrafo por afición, en su pequeño laboratorio que estaba debajo de la escalera de nuestra casa. Desde junio hasta octubre de 1985, día a día, fuimos abriendo cajas, limpiando los cristales con un líquido especial, apartando los cristales rotos o irrecuperables, haciendo copias de contacto y tratando de identificar los contenidos. Fue una tarea apasionante que además produjo la recuperación de gran parte del archivo Serrano, gracias a mi hijo Francisco José.
Primero apartamos todo lo que no era guerra civil, pues estaban mezclados los originales bélicos con los de toros, fútbol, actos varios… Una tarea de chinos. Luego reunimos las fotos que nos parecían de un mismo tema, que eran decenas… Y así poco a poco llegamos a seleccionar más de trescientas fotografías que por sí mismas representaban hechos trascendentes de la epopeya bélica.
No solo había fotos de los combates y de las acciones previas, sino de los resultados de la guerra, muertos, fusilados, heridos transportados a brazos por sus compañeros hasta los botiquines de urgencias, ambulancias, escenas de trincheras, de asaltos, de recibimientos en los pueblos y aldeas, de gente de todas las edades y sexo huyendo por los caminos de tierra y carreteras, vehículos diversos de motor y tracción animal, desfiles, entierros… Las fotos de Serrano, lo mismo que luego expusieron las de Gelán y Sánchez del Pando, constituyen un catálogo impresionante de las realidades dramáticas y trágicas de la guerra civil española. Y bien que merecen el reconocimiento de quienes se sienten atraídos por la historia al margen de ideologías e intereses sectarios. Las tareas a pie de campo de Serrano, Gelán y Sánchez del Pando son dignas de explicarse en las facultades de periodismo para que sirvan de ejemplo profesional y heroísmo.
Antes de que naciera Robert Capa ya se hacía fotoperiodismo en Sevilla. Así quedó demostrado también, en 1986, junto a la aparición de la Historia de la Fotografía Española, con la espléndida exposición denominada Imágenes de Sevilla (El Monte), dirigida por Francisco Molina, con la colaboración de Rafael Vela y Luis Payán, y basada en los fondos fotográficos de Emigdio Mariani, Gelán, Serrano y Sánchez del Pando, entre otros.