Arantza Quiroga, del PP, será la presidenta del Parlamento vasco, tras el acuerdo entre socialistas y populares para la investidura de Patxi López como lehendakari, un documento que los dos partidos firmarán hoy. 

Arantza Quiroga Cía, nacida en Irún en 1973, licenciada en Derecho y madre de cuatro hijos, encarna la imagen joven de la nueva hornada de dirigentes populares que, bajo el mando de Antonio Basagoiti, ha completado el relevo generacional de la formación conservadora en Euskadi. 

Comenzó su carrera política como concejal en el Ayuntamiento de Irún, su localidad natal, al que accedió en las municipales de 1995. 

Tres años después, en las autonómicas de 1998, Quiroga resultó elegida parlamentaria vasca por Guipúzcoa, cargo que ha mantenido durante las últimas tres legislaturas. 

Este viernes, día 3, se constituirá el nuevo Parlamento vasco y será entonces cuando será elegida presidenta de la Cámara. 

Ha sido el líder del PP, Mariano Rajoy, el primero en adelantar la noticia, que supone la demostración de que la consumación del cambio en el País Vasco “va en serio”. 

Rajoy viajará mañana al País Vasco para reunirse con los populares vascos. 

Antes, hoy, las comisiones negociadoras del PSE y del PP vasco firmarán el documento para propiciar un cambio en Euskadi, tras 29 años de liderazgo nacionalista en el Gobierno vasco, con la elección de un lehendakari socialista, Patxi López. 

El documento titulado “Bases para un cambio democrático al servicio de la ciudadanía vasca”, ya se hizo público este lunes, y ayer fue criticado por los nacionalistas. 

Joseba Egibar, presidente del PNV de Guipúzcoa, y la portavoz del Gobierno vasco en funciones, Miren Azkarate, han parafraseado a Alberto Núñez Feijóo, líder del PP gallego, y han aplicado a Euskadi sus palabras: “Los gobiernos que nacen contra las urnas mueren en las urnas”, en referencia a que el PNV fue el más votado. 

El coordinador general de Ezker Batua, Mikel Arana, ha advertido al PSE de que su acuerdo con el PP “convierte a Patxi López en rehén” de “la derecha más reaccionaria”. 

El portavoz de la Ejecutiva nacional de Eusko Alkartasuna, Mikel Irujo, ha denunciado la llegada de un gobierno “frentista”, el que buscaban Nicolás Redondo Terreros y Jaime Mayor Oreja en las elecciones de 2001. 

Mayor Oreja no ha ocultado su satisfacción porque “de otra manera, con otra táctica, con más habilidad aunque con menos convicción y probablemente con menos idealismo” se haya llegado a un acuerdo. 

En Navarra, el secretario general de UPN, Alberto Catalán, también se ha sumado a las felicitaciones por el acuerdo y ha dicho que espera que “Navarra por fin va a ser respetada entre las instituciones de la Comunidad Autónoma Vasca”. 

En el mundo de la cultura vasca, el escritor Bernardo Atxaga ha sido más “escéptico” y ha asegurado que “nadie entiende qué obnubilación han sufrido los socialistas para no aliarse con el PNV”.

Exponente de una nueva imagen

Arantza Quiroga Cía encarna la imagen joven de la nueva hornada de dirigentes populares que, bajo el mando de Antonio Basagoiti, ha completado el relevo generacional de la formación conservadora en Euskadi. 

El presidente del PP de Euskadi, Antonio Basagoiti, se ha decantado por ella para presidir la Cámara vasca pese a que no domina el euskera, un requisito que los socialistas plantearon en un primer momento pero que finalmente no ha hecho cambiar de opinión al líder popular. 

Su ascenso en el seno del partido ha sido paralelo a la asunción de responsabilidades públicas. Primero en la ejecutiva de Guipúzcoa, en la que desempeñó la Secretaría de Política Social y después en la dirección regional, en la que ocupó este mismo cargo durante el último mandato de María San Gil. 

En el Congreso celebrado el pasado año tras la marcha de San Gil, el nuevo presidente, Antonio Basagoiti, situó a la dirigente guipuzcoana en la vicesecretaría general, lo que la convirtió en la número tres del partido en Euskadi. 

Su actividad política no ha impedido a esta licenciada en Derecho formar una familia numerosa, ya que durante todo este tiempo ha sido madre de cuatro hijos, todos ellos varones. 

La defensa del concepto católico de la familia es uno de sus principios irrenunciables, ya que se trata de una persona muy próxima al Opus Dei.