La idea que ha desarrollado la empresa para la que trabaja Rafael Trujillo, es un proyecto que necesitaría una inversión en torno a los 10 millones de euros y que empezaría a reportar dividendos a los socios o accionistas al tercer año de funcionamiento. Algo que se califica desde la consultora como “extraordinario”. Además, se calcula que la deuda podría empezar a devolverse a las financieras desde el cuarto año en adelante.
La empresa tiene el proyecto sobre la mesa, incluso dice que con conocimiento de la Junta de Andalucía, pero necesita capital, inversores, empresas y particulares que pongan el dinero preciso para sacar adelante la idea. “Optimista” se mostró Trujillo en su deseo de captar socios que constituyan la sociedad, preferentemente limitada, para que construya la planta. También indicó que había habido contactos con empresas cordobesas, pero que estaban abiertos a la aportación popular: “a quien quiera y pueda, con el capital que pudiera y me gustaría que fueran todos los baenenses”.
Rafael Trujillo estuvo acompañado en la presentación del plan de inversión y producción de paneles solares, por la delegada de Turismo, María Jesús Serrano. Trujillo indicó que el Consistorio ha cedido una parcela en la carretera de Valenzuela, “en una zona importante y con infraestructuras”.
Razones
Las esgrimidas por Trujillo para haber elegido Baena de entre otras posibles candidatas, se centran, sobre todo, en su condición de baenense, puesto que la presencia de muchas horas de sol al año se dan en otros lugares de la geografía andaluza. Pero también en la comprensión municipal.
Además de la fabricación de los paneles (“setas” que captan la energía del sol) para ser distribuidos en un sector que es pujante en España, la empresa tendría una división de investigación y desarrollo tecnológico. Un departamento de I+D con “tecnología puntera y vanguardista”, señaló Rafael Trujillo.
Corre cierta prisa el encontrar inversores porque la demanda de paneles es “elevadísima”, si bien las cifras de aportación tienen su importancia. Construir la factoría se acerca a los 3 millones de euros. Y ponerla en funcionamiento durante al menos un par de anualidades, precisa de un capital circulante de unos 7 millones de euros.
