La familia rociera ponía al mediodía de ayer, con el fin de la procesión de la Blanca Paloma, punto y final a una nueva romería que acaba con un sentir generalizado ha sido un “Rocío esplendoroso” en el que ha acompañado el tiempo y la afluencia de devotos se estima superior a la de otros años.
Todo acababa en sobre las 13:13 horas, cuando los almonteños, después de casi diez horas y tras saltar la reja a las 03:28 tras la llegada del Simpecadod e la Hermandad Matriz, han conducido a la Virgen del Rocío hasta el dintel de su Santuario, coronado por la Concha Peregrina poniendo fin a una procesión que ha dejado estampas tradicionales pero, también inéditas, como la de la imagen paseando en paralelo a la marisma recién salida de su ermita.
Una procesión que supone un verdadero acto de cortesía de la Virgen para con sus hermandades filiales y todos sus devotos, a los que durante su salida por las calles de la aldea, les agradece de un año más su presencia.
Lo vivido de nuevo este año durante El Rocío pone de manifiesto que ésta es una de las pocas devociones marianas locales que han adquirido carácter universal, traspasando no ya las propias fronteras de Almonte, o Andalucía, sino de España, no en vano hay devotos reconocidos por la Hermandad Matriz en puntos tan alejados de este rincón marismeño como Australia, Brasil, América del Norte, Argentina o Venezuela.
Ellos, quizás, no tengan la facilidad para desplazarse hasta la aldea, por los caminos, y posteriormente, ya en ella, disfrutar de esta celebración que mezcla sensaciones y emociones, marcada por la fe y la hermandad.
Para muchas hermandades esa visita de la Virgen supone el inicio de su camino de vuelta hacia sus lugares de origen; ayer abandonaron ya El Rocío un total de 35 hermandades, la gran mayoría (25) de la provincia de Sevilla: Albaida del Aljarafe, Alcalá de Guadaria, Almensilla, Aznalcázar, Benacazón, Bollullos de la Mitación, Castrense, El Cerro del Águila, Coria del Río, Espartinas, Gelves, Gines, La Algaba, La Puebla del Río, Las Cabezas de San Juan, Lebrija, Mairena del Alcor, Salteras, San Juan de Aznalfarache, Sanlúcar la Mayor, Sevilla Sur, Tomares, Umbrete, Utrera y Valencina de la Concepción.
Ya en la jornada de este martes serán 17 las fililes de la provincia de Sevilla que dejarán la aldea: Bormujos, Camas, Carrión de los Céspedes, Dos Hermanas, Huévar del Aljarafe, Isla Mayor, Los Palacios, Macarena, Mariena del Aljarafe, Olivares, Palomares del Río, Pilas, Santiponce, Sevilla El Salvador, Triana, Villanueva del Ariscal y Villamanrique.
En la jornada de ayer se habían unido a las sevillanas las filiales de Valencia, Málaga La Real, Granada, cinco de la provincia gaditana y las onubenses de Ayamonte o Cartaya, cuyos hermanos se van con la satisfacción de haber podido celebrar su primer Rocío como hermandad filial tras su reciente inclusión en esa lista, en la que son más de 40 asociaciones rocieras las que aún esperan para entrar.
Todas ellas, y las que salgan de la aldea hoy -la última en hacerlo será el miércoles la anfitriona, la Hermandad Matriz-, dejan atrás, como todos los romeros y devotos, días para el recuerdo, de anécdotas con las que engrosar sus particulares libros de vida rociera.