El Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (Cicus) ha presentado las tres grandes exposiciones que protagonizarán su oferta durante el primer trimestre de 2018, año en que celebra su décimo aniversario: la fotografía, la pintura y el arte contemporáneo son los tres ejes que marcan estas muestras.
La primera exposición, que se podrá ver desde el miércoles 7 de febrero, es 'La Sevilla de Jesús Martín Cartaya'. Esta muestra, que permanecerá abierta en el Cicus hasta el 23 de marzo en la sala Casajús, reúne en 36 fotografías la particular mirada de Jesús Martín Cartaya (Sevilla, 1938) sobre su ciudad.
Fotoperiodista a tiempo parcial y discípulo de Juan José Serrano Gómez, destaca su faceta como retratista de la Semana Santa hispalense. No obstante, estas fotografías revelan la existencia de un particular interés por documentar la vida cotidiana en la Sevilla de la segunda mitad del siglo pasado. En ellas se descubre una mirada limpia, apasionada, devota, vital y optimista, aunque a veces desgarradora, que es lo que esta muestra busca resaltar.
La sala Casajús del Cicus está dedicada exclusivamente a la fotografía con el fin de recuperar la memoria gráfica de la ciudad, así como de crear un espacio de reflexión y debate donde puedan encontrar cabida las diferentes formas de acercarse a la creación fotográfica en el pasado y en el presente.
'Un estudio en la calle Conde Ybarra', con 15 obras de Pepe Soto, Fernando Zóbel y Carmen Laffón, es la segunda exposición que el Cicus ha programado para este primer trimestre de 2018. El público interesado podrá disfrutar de la muestra en la sala MDD del 14 de marzo al 5 de abril.
La Universidad de Sevilla rememora con esta exposición la obra y la figura de Pepe Soto señalando algunas claves de su pintura. Por ello evoca el estudio de la calle Conde Ybarra, un espacio de trabajo y debate que Pepe Soto compartía con Carmen Laffón y Fernando Zóbel.
La muestra incluye piezas, antiguas y recientes, de Pepe Soto, pinturas y dibujos de Fernando Zóbel y la obra más reciente de Carmen Laffón. No es una exposición exhaustiva: sólo pretende dar pistas que tal vez sirvan de estímulo a alguna investigación.
El citado estudio fue orientador para autores como Gerardo Delgado y José Ramón Sierra, entonces estudiantes de Arquitectura, y también lugar de referencia para personas vinculadas al arte y la cultura o tocadas por la inquietud política que por una u otra razón visitaban Sevilla. El estudio fue, en suma, un pequeño enclave de libertad.
Por último, el Cicus ofrece en la sala EP1 del 14 de marzo al 23 de mayo 'La necesidad de lo infinito', obras monocromas en la Colección olorVISUAL. Constituye una colección de arte contemporáneo heterogénea en la que dialogan esculturas, pinturas, fotografías, instalaciones y videocreaciones en la que se encuentran muchos de los nombres más representativos del panorama del siglo XX tanto a nivel internacional como nacional.
Es el caso de Alfred Jaar, Vik Muniz, Damien Hirst, Cristina Iglesias, Miquel Barceló, Pablo Palazuelo y Guillermo Pérez-Villalta, entre otros muchos nombres. Se trata de una colección en la que la concatenación de eslabones que conforman su propia razón de ser como son sus obras, el color de las mismas y el recuerdo olfativo que para el coleccionista evocan hacen un todo indivisible, el cual sustenta el sentido de la exposición.
Para dicha muestra, su comisario, Rafael Ortiz, en conversación con la propia colección, ha seleccionado un total de 49 de sus fondos que comparten entre sí un rasgo esencial, lo monocromo. Partiendo de la organización a nivel visual de la escala de los pantone, la muestra selecciona algunos matices o tonos cromáticos que hacen, dentro del lenguaje olfativo, referencia a las notas a las que éstos están asociados. Es un encuentro entre el color y el aroma en esta exposición donde el infinito tiene una presencia inmanente, lo que no tiene ni puede tener fin ni límite, como lo es el color.