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Sevilla

La Alameda, el Pumarejo y Santa María la Blanca estrenan contenedores

Se reducirán de 66 a 42 el número de contenedores soterrados, aunque se incrementa la capacidad hasta alcanzar los 140.900 litros

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Los vecinos de la Alameda, el Pumarejo y Santa María la Blanca verán reducidos en los próximos meses el número de contenedores soterrados que tienen a su disposición. Pero que no se alarmen. Serán menos, pero con más capacidad. La empresa pública de limpieza Lipasam va a realizar una inversión cercana a los 400.000 euros para mejorar el sistema de contenedores soterrados en estas tres zonas del centro de la ciudad. Con esta inversión, el número de contenedores se reducirá de 66 a 42 y, sin embargo, la capacidad se incrementará en algo más de 40.000 litros, hasta situarse en un total de 140.900. 

El edil de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento, Antonio Muñoz, y la gerente de Lipasam, Virginia Pividal, han sido los encargados de presentar el nuevo sistema de recogida en la Alameda. “Todo son ventajas” con este modelo, ha afirmado Pividal, que ha puesto en valor las inversiones realizadas por Lipasam durante este mandato. En torno a 21 millones de euros ha sido el presupuesto destinado por el Consistorio sevillano a reciclaje y sustitución de contenedores soterrados. Un esfuerzo que, en palabras del delegado Muñoz, es “ejemplo del compromiso” del Gobierno local por un objetivo doble: el reciclaje y limpieza de la ciudad acorde con la reducción del impacto visual de los sistemas de recogida de basura.  

Muñoz ha vuelto a insistir en la valoración que los sevillanos tienen del estado de la ciudad en materia de limpieza, con un notable alto frente al 6,8 que otorgaban en 2014. 

Petición de los placeros de Feria

La gerente de Lipasam ha respondido a los placeros del Mercado de la calle Feria que se estudiará su petición de soterrar el servicio de basura, aunque “a priori, le veo muchas dificultades”. “No hay un sistema de recogida perfecto y tenemos que tener presente que la propia configuración de la ciudad y el coste de este sistema impiden el soterramiento en algunas zonas por las que no entran, por poner un ejemplo, los camiones”. 
 

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