El
alcalde Juan Espadas anunció ayer que,
en 2021,
se suprimirá la tasa de veladores y la tasa de basura se reducirá hasta un 50% en este último trimestre de 2020 en los establecimientos no residenciales con limitaciones por la pandemia. En caso de continuar el estado de alarma, la reducción de la tasa de basura se "podrá mantener o ajustar" en 2021.
El Gobierno municipal arbitrará esta medida dentro de la
modificación de las ordenanzas que está actualmente en trámite para la aplicación de los pagos personalizados de impuestos y tasas. En la fase de alegaciones en la que se encuentra se va a incorporar una alegación del grupo socialista que propone una disposición adicional,
consultada con los servicios jurídicos municipales, que permitiría a la Junta de Gobierno municipal rebajar tasas en el estado de alarma y en función de las restricciones que haya (más o menos duras). La Junta de Gobierno “quedará habilitada para aprobar una reducción de las cuotas exigibles cuando, por circunstancias excepcionales de salud pública, restricciones de la movilidad, estado de alarma o similar se limita total o parcialmente el ejercicio de la actividad económica correspondiente”, se recoge en la alegación.
Esta medida, que se aplicará a la tasa de recogida de residuos pero que “
podría ser ampliable a otras tasas municipales”, será de
aplicación desde el 1 de octubre, lo que significa que el recibo de la tasa de basura de los establecimientos no residenciales del último trimestre de este año se aplaza (supone un impacto en los ingresos de 3,7 millones de euros) y será en enero, cuando ya entre en vigor la ordenanza de tasas con la modificación, cuando se gire el cobro pero ya con la posibilidad de la exención de hasta el 50%. A estas medidas fiscales se podrán acoger bares, hoteles y aquellos establecimientos en los que se determine que las restricciones son las que impiden su normal funcionamiento.
El
impacto en los ingresos para 2020 es el siguiente: algo más de
1,8 millones por la reducción al 50% de la tasa de basura,
cuantía a la que hay que sumar los 3,250 millones de euros que ya se han dejado de ingresar desde el primer estado de alarma en marzo por exención del pago al no haber actividad. A esta cantidad, habría que añadirle
en 2021, el millón de euros por la exención de la tasa de veladores.
El Ayuntamiento también aclaró que todos los negocios “sea cual sea su actividad, tienen garantizada de forma gratuita darse de baja en la tasa por la recogida de residuos en caso de que se hayan visto obligados a cerrar durante esra crisis sanitaria”. En estos supuestos, “durante el periodo de cierre, no tendrán que abonar importe alguno en concepto de esta tasa”.
El alcalde Juan Espadas llamó la atención sobre el impacto “inédito” de estas medidas fiscales en los ingresos, de algo más de 5,2 millones de euros. “
Es una propuesta seria, responsable y rigurosa”, remarcó para, a continuación, pedir al PP municipal que cumpla lo acordado “
por unanimidad” en la comisión de reactivación en cuanto a la política impositiva. “
Aprobamos la congelación de impuestos. El PP sigue planteando una bajada. Lo que está en juego es el funcionamiento de la ciudad”, abundó.
Valoración de la oposición
La propuesta de Espadas fue contestada por
Cs y PP. En el caso de la formación naranja, su
portavoz, Álvaro Pimentel, señaló que su grupo la respaldará, pero exigió al Gobierno municipal que dicha rebaja fiscal vaya acompañada “
de forma irrenunciable, de un plan de ayudas directas para el sector”. El
portavoz del PP, Beltrán Pérez, calificó de
“claramente insuficientes las medidas fiscales”. “
Espadas comienza ocho meses después el camino que otros ayuntamientos vienen aplicando desde el inicio de la pandemia”, señaló Pérez, que llevará al Pleno un plan de rescate que tiene, según el alcalde, un coste de hasta 30 millones.