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El Martes Santo marca el 'non plus ultra' de la Pasión según Jerez

Hasta siete cofradías integraron por primera vez la nómina de la jornada, algo difícilmente imaginable hace apenas una década

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El misterio del Amor, a ras de suelo

Función religiosa en los Judíos de San Mateo

La misa de campaña de La Clemencia

Bondad y Misericordia, una de las debutantes en Martes Santo

Mantaras en Capuchinos ante el Cristo de la Defensión

Salvación

San Rafael

El Martes Santo de Jerez alcanzó ayer su non plus ultra al integrar en su nómina a siete hermandades, algo que no encuentra parangón en la historia de la ciudad.

Bien es cierto que el contexto actual de pandemia impidió que pudieran salir a la calle, pero eso no fue obstáculo para que Bondad y Misericordia y La Salvación se sintieran ya como integrantes de pleno derecho de una jornada procesional que en poco más de una década ha asistido a un crecimiento exponencial.

En ambos casos se quiso de algún modo celebrar esta efeméride con la presentación en sociedad del tallado del frontal de la canastilla de sus respectivos pasos.

Así, quienes se acercaron a la parroquia del Perpetuo Socorro pudieron ver al Cristo de la Salvación entronizado en un altar al que daba forma el frontal del canasto tallado por Juan Carlos García. Escoltaban al nazareno los candelabros salidos igualmente de este mismo taller.

En la cercana parroquia de San Juan de Dios, la Hermandad de Bondad y Misericordia mostraba también la talla del frontal de su canastilla realizada por Manuel Oliva, al tiempo que recibía pequeñas donaciones con las que ofrecer un juego de potencias a su titular.

Las cofradías de reciente creación son quienes en mayor medida sufren los efectos económicos de la crisis sanitaria.

Mermados los ingresos y sin posibilidad de organizar actividades que permitan la recaudación de fondos se hace necesario agudizar el ingenio para sacar a flote cualquier tipo de proyecto.

Bondad y Misericordia espera además que la pandemia evolucione de manera favorable para bendecir lo antes posible a su titular mariana, que ha sido ofrecida por Ana Rey.

Recibirá la advocación de María Santísima Salud de los Enfermos y Reina de Todos los Santos y está llamada a convertirse en pilar fundamental de esta joven corporación.

En la parroquia de San Rafael se sueña también con la llegada de la dolorosa encargada a Fernando Aguado, pero también la Hermandad de la Salud debe sobreponerse a la merma de ingresos para desarrollar todos los proyectos que tiene pendientes.

El Señor de la Salud se situó ante el presbiterio del templo que preside la barriada de Federico Mayo, sobre una elegante y añeja peana de madera tallada y sobredorada y un exorno floral que recreaba su camino hacia el calvario.

Esta fue la última cofradía en incorporarse a esta jornada antes de que ayer se sumaran Bondad y Misericordia y La Salvación, a pesar de lo cual ya empiezan a quedar lejanos en la memoria los recuerdos de las tardes de vísperas del Domingo de Ramos.  

El punto de inflexión del Martes Santo jerezano se produjo en 2005, con la llegada a la Carrera Oficial de la Hermandad de la Clemencia.

La cofradía del polígono de San Benito vivió ayer una atípica jornada en el colegio del Sagrado Corazón de Montealto, a donde fueron trasladados sus titulares en la mañana del Domingo de Ramos.

El objetivo no era otro que el de disponer de un espacio amplio y al aire libre en el que sus hermanos pudieran compartir una eucaristía.

El fuerte viento se convirtió en el mayor enemigo de esa celebración, lo que de algún modo sirvió de consuelo dado que de no haber mediado pandemia alguna la cofradía hubiera salido a la calle en un contexto meteorológico bastante desfavorable.

El Cristo de la Clemencia y María Santísima de Salud y Esperanza debieron permanecer por tanto en el interior de la capilla de este centro educativo hasta poco antes del inicio de la misa.

La Hermandad de la Defensión apenas abrió su templo para las visitas en general por espacio de hora y media, entre las 19.00 y las 20.30 horas. A mediodía se celebró la misa de ofrenda del Ejército y a las 17.00 horas se inició una eucaristía reservada a los hermanos seguida del rezo del Vía Crucis.

Mayores facilidades se ofrecieron en la pequeña capilla del Cristo del Amor, donde ya desde el Lunes Santo se mostraba al crucificado acompañado de la Virgen de los Remedios en una recreación a ras de suelo del portentoso paso de misterio de esta cofradía.

La capilla va a permanecer abierta a las visitas hasta el próximo Viernes Santo, para que nadie se vea privado de ese a veces tan necesario encuentro con las imágenes y atendiendo así lo dispuesto en el decreto promulgado en vísperas de la Cuaresma por el administrador diocesano, Federico Mantaras.

Los hermanos compartieron por su parte una eucaristía en la iglesia del cercano convento de Santa María de Gracia.

San Mateo sigue siendo epicentro de esta jornada a pesar de que haya visto incrementada sustancialmente su nómina de cofradías.

Desde primeras horas de la mañana ya se observaron importantes colas integradas por personas que deseaban visitar a los titulares de la Hermandad del Desconsuelo, dispuestos del mismo modo en el que se vienen ofreciendo desde el Domingo de Pasión.

Al Señor de las Penas le escoltaban los populares judíos que preparan su crucifixión, mientras que la dolorosa aparecía con manto azul oscuro y reconfortada con la presencia de San Juan Evangelista, recién restaurado por Pedro Manzano.

El templo permaneció abierto de manera ininterrumpida desde las 10.00 hasta las 22.30 horas.

La hermandad celebró una eucaristía seguida de Vía Crucis nada más iniciarse la jornada y posteriormente las visitas se vieron condicionadas por la celebración de la Exaltación de la Saeta que organiza la peña flamenca La Buena Gente, un acto que se inició sobre las 18.30 horas y que contó con la presencia de Manuel de Cantarote y El Berenjeno, corriendo la parte poética a cargo de José Enrique Gallardo.

El Martes Santo de ayer resultó especialmente denso a pesar de la ausencia de cofradías en la calle en lo que apenas se antoja un adelanto de lo que tendrá que producirse en cuanto la pandemia lo permita.

Nunca esta jornada procesional ni ninguna otra había llegado tan lejos. Siete hermandades en nómina. El non plus ultra de la Pasión según Jerez.  

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