La Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra han desmantelado una organización dirigida desde Rumanía y que operaba en toda Europa
La Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra han desmantelado una organización dirigida desde Rumanía y que operaba en toda Europa que estafó más de ocho millones de euros en España a entidades públicas y particulares suplantando la identidad de empresas proveedoras, en una operación que se ha saldado con diecinueve detenidos.
Se trata de una investigación conjunta de los citados cuerpos con la Policía de Rumanía, Europol y Eurojust que ha dado como resultado el arresto de catorce personas en España, la mayoría ya en prisión provisional por orden judicial, y cinco en Rumanía de una red que cometía todo tipo de estafas masivas a administraciones públicas y particulares.
Además, el Juzgado Central de Instrucción numero 5 de la Audiencia Nacional ha emitido once órdenes europeas de detención y extradición y ha ordenado el bloqueo y control de las cuentas abiertas en España con más de cien identidades falsificadas.
Dirigida desde Rumanía la red operaba mediante células operativas repartidas por toda Europa con las que sus miembros se aseguraban que la actividad delictiva no se vería dañada si caía alguno de ellos, informan la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra que califican a esta red de auténtica "multinacional del fraude".
El responsable del entramado en España, afincado en la provincia de Valencia, se dedicaba a controlar los diferentes estratos de la organización que actuaban desde territorio español y a vigilar el flujo de dinero obtenido para asegurar su reparto.
En el registro de su domicilio ha sido desmantelado un sofisticado taller de falsificación de documentos.
En el mismo se elaboraban múltiples contratos, justificantes bancarios y cartas de identidad falsificadas que se entregaban a personas de la red que se desplazaban desde Rumanía a España para abrir cuentas en bancos en las que se recibían los fondos defraudados.
Los diecinueve detenidos en esta última fase de la operación se suman a otras catorce arrestados en otras anteriores y se han realizado cinco registros en España y dos en Rumanía.
En esta operación se ha conseguido desarticular todo el entramado financiero que habían montado en España, donde habían dado de alta cerca de setecientas cuentas bancarias y creado empresas sin ningún tipo de actividad y poniéndolas a nombre de testaferros para blanquear el dinero de las estafas.
Prácticamente todos los fondos obtenidos fraudulentamente en las cuentas abiertas en España eran transferidos a Alemania, República Checa, Rumanía, Hungría, Italia y Polonia y en otros casos el dinero era retirado en efectivo en cajeros automáticos en territorio español.
Además de la persona responsable de la creación de este entramado financiero han sido detenidos varios de sus testaferros, todos ellos españoles.
La red tenía entre sus víctimas a hospitales, ayuntamientos, consorcios y otras entidades públicas, sobre las que realizaban un minucioso estudio para conocer los contratos que tenían con empresas proveedoras que les prestaban servicios.
Posteriormente suplantaban la identidad de una de estas empresas con la que tuvieran pendiente algún cobro y le comunicaban que habían cambiado su número de cuenta, remitiendo a la entidad pública todos los documentos bancarios falsificados correspondientes.
Las estafas realizadas a particulares las cometían a través de internet mediante "phishing" bancario, compraventa "online" y alquileres de viviendas.
Los arrestados localizaban en distintas plataformas de alquiler de anuncios inmuebles para copiar sus fotos y publicarlos con otras referencias y una vez que los interesados contactaban con ellos les enviaban enlaces simulando ser conocidas páginas web especializadas.
Cuando llegaban a un acuerdo facilitaban a las víctimas un número de cuenta para el ingreso de una mensualidad más la fianza y luego cortaban todo tipo de contacto.