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sociedad

20 años de cárcel por matar a martillazos un hombre que conoció en una app

Jonathan Witmar Berreondo, de 28 años, metió el cuerpo de la víctima, de 48 años, en una maleta de ruedas

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  • Juicio. -

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a Jonathan Witmar Berreondo, de 28 años, a veinte años de prisión por un delito de asesinato al dar muerte a un hombre, Jorge M.V., de 48 años, golpeándole con un martillo en la cabeza.

Los hechos ocurrieron en diciembre de 2018, en el domicilio del acusado, situado en el barrio Oliver de la capital aragonesa.

También, el condenado, de 28 años de edad, deberá indemnizar a la hija de la víctima con 100.000 euros; a los padres con 50.000 euros a cada uno; y a sus hermanos con 25.000 euros a cada uno. La sentencia fija una medida de libertad vigilada durante diez años, tras el cumplimiento de la condena impuesta.

El tribunal del jurado, presidido por el magistrado Mauricio Murillo ha considerado probado que el encuentro entre acusado y víctima se produjo el 14 de diciembre de 2018 después de que ambos se pusieran en contacto a través de 'Wapo', una aplicación exclusiva para hombres.

Jorge era transportista, y había llegado a Zaragoza desde Barcelona, teniendo como destino Madrid. Bajo el alias de 'Mario' había concertado una cita con el acusado, por lo que fue a su domicilio, en la capital aragonesa, en la tarde del día 14 de diciembre, y mantuvieron relaciones sexuales.

En un momento dado, cuando ambos estaban en la cama, Jonathan, de forma inesperada y sin que Jorge viera al acusado, le golpeó con un martillo un mínimo de 21 veces en la cabeza y al volverse, en la cara, según el relato de los hechos probados. Jorge no pudo ni defenderse ni prever los golpes, pues estaba sobre la cama y el agresor en la parte posterior de la víctima.

Tal y como determinaron los informes forenses, la víctima murió por un traumatismo craneoencefálico al ser golpeado con un objeto contundente.

En la sentencia se indica que el acusado ocultó el cadáver, así como todo tipo de pruebas del escenario del crimen, y que buscó entre sus conocidos y amigos posibles coartadas para simular su desconocimiento de los hechos cuando se encontró del cuerpo de la víctima en una maleta en la terraza de su piso.

Jonathan "cubrió el cuerpo sin vida con un cobertor impermeable de cama y lo metió en una maleta con ruedas, precintando la misma con varias vueltas de film de plástico transparente, la cual dejó en el interior de un armario sito en la terraza del domicilio donde vivía", según se puede leer en la sentencia.

Después, limpió la sangre y pintó la habitación deshaciéndose tanto del martillo, como de cualquier elemento relacionado con los hechos y ante la imposibilidad de deshacerse del cadáver, el acusado diseñó una coartada.

Asimismo, se da como probado que "Jonathan buscó a una tercera persona a la que culpar del delito. Los sucesivos cambios en el relato, sus propias contradicciones, los posicionamientos móviles y los vestigios encontrados, tanto en la habitación como en la víctima, excluyen la presencia de un tercero en el lugar de los hechos", se afirma en el texto de la sentencia.

Se prorroga la situación de prisión provisional del acusado hasta la mitad de la duración de la condena impuesta y hasta la firmeza de esta sentencia, contra la que cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA).

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