La Consejería de Medio Ambiente, cuyo delegado en Málaga es Francisco Fernández España, impide la instalación de un toldo desmontable de lona en el Paseo Marítimo de La Carihuela, justificándose en lo que es una clara y exacerbada interpretación de la Ley de Costas, porque “se encuentra en zona de servidumbre de protección y a que está pendiente de aprobación un expediente de deslinde, y que la suspensión continuará hasta que no se resuelva el expediente”.
Todo el mundo sabe que los negocios del Paseo Marítimo de La Carihuela están consolidados desde hace más de 40 años, y la Junta de Andalucía debería explicar que el deslinde ya fue propuesto por el Ayuntamiento en 2005, con ocasión de la presentación del PGOU y que hasta ahora, y a pesar de haber transcurrido seis años, el Ministerio no ha tenido tiempo para definirse, lo cual de paso ha servido como un obstáculo más para la aprobación del PGOU de Torremolinos.
Naturalmente, tanta rigurosidad no se aplica por igual en el resto de la costa malagueña. Este hecho es una simple muestra de cómo el actual Gobierno de España y la Junta de Andalucía se preocupan y colaboran con los empresarios andaluces y el fomento del empleo.