Blas Infante compuso en 1933 la letra del Himno de Andalucía, adaptándola a la música sacra que cantaban los trabajadores del campo al concluir las faenas. El Himno, que se estrenó en julio de 1936, unos días antes del inicio de la contienda civil, reza en sus primeras estrofas: "La Bandera blanca y verde / vuelve tras siglos de guerra / a decir Paz y Esperanza / bajo el sol de nuestra tierra. / ¡Andaluces, levantaos! / ¡Pedid tierra y libertad! / ¡Sea por Andalucía libre, / España y la Humanidad!". El Himno, la antigua Bandera rescatada del olvido y que se documentaba desde el año 1095, y el Escudo de su propio diseño, son los emblemas institucionales andaluces, a tenor de lo dispuesto en el artículo 6.2 del Estatuto de Autonomía de Andalucía. La imagen de los jornaleros le impresionó a Blas desde niño. Años más tarde escribiría: "Tengo clavada en la conciencia desde la infancia la visión sombría del jornalero. Yo le he visto pasear su hambre por las calles del pueblo".
El 1 de enero de 1919 firma Blas Infante, junto con miembros de diversos Centros Andaluces por él fundados, el Manifiesto Andalucista de Córdoba, por el cual se conceptúa Andalucía como una nacionalidad histórica dentro del estado federal español. Principia el Manifiesto con las palabras: "Sentimos llegar la hora suprema en que habrá de consumarse definitivamente el acabamiento de la vieja España…"
El 19 de febrero de 1919 contrae matrimonio, en la localidad de Peñaflor, con Angustias García Parias, con quien tuvo cuatro hijos: Luisa, Maria de los Angeles, Luis y Alegría. En los dos años siguientes escribe "Motamid", "La dictadura pedagógica" y "Cuentos de animales". En 1924 viaja a Marruecos para visitar la tumba de Motamid, donde conoce a sus descendientes y donde, según señalan varias fuentes, se convierte al Islam.
Por negarse a colaborar con la dictadura de Primo de Rivera, se toma en represalia el cierre de los Centros Andaluces que años atrás fundó en colaboración con los editores de la revista "Andalucía". En 1928 viaja a Galicia, donde toma apuntes de los ideólogos del galleguismo, colaborando además en la revista "Nós". Posteriormente, en 1930, da en Málaga, en las Sociedades Económicas de Amigos del País, una conferencia política en la que resalta los valores históricos andaluces.
En 1931, recién proclamada la República, se instala en Coria del Rio (Sevilla), donde se encarga de la Notaría. Aquí manda construir su casa, que él mismo decora y que bautiza como "Dar al Farah" o "Casa de la Alegría", inspirada en la arquitectura de Al Andalus. En este año funda su propia Editorial y Biblioteca, denominada "Avante", y publica su obra "La verdad sobre el complot de Tablada y el Estado libre de Andalucía". Durante este tiempo se presenta a distintas candidaturas por el partido Republicano Liberal, aunque no consigue finalmente representación parlamentaria. Dos años después se presenta a las elecciones por Málaga, enrolado en una coalición de partidos andalucistas independientes, donde tampoco tiene éxito.
En enero de 1933 se celebra una asamblea en Córdoba, a la que asiste una mínima parte de los asambleístas convocados. Con todo, se aprueba el "Anteproyecto de Bases para el Estatuto de Autonomía de Andalucía de 1933", con vistas a ser sometido a un referéndum que nunca cristalizó y que se paralizó al estallar la Guerra Civil.
Tras la victoria del Frente Popular en las elecciones de 1936 se intensifica la campaña andalucista en pro del autogobierno, por lo que Blas Infante es propuesto para ocupar la presidencia de la futura Junta Regional de Andalucía, durante una asamblea celebrada en Sevilla a primeros de julio. En estas fechas se iza por vez primera la nueva bandera de Andalucía y se estrena el Himno, a cargo de la banda Municipal de Sevilla.
El 2 de agosto de 1936 Blas Infante es detenido por varios miembros de Falange Española y encerrado en el antiguo cine Jáuregui, convertido en prisión ocasional. En la madrugada del 11 de agosto es asesinado por los propios falangistas, que lo fusilaron en el kilómetro 4 de la carretera de Sevilla a Carmona, junto a la Huerta de las Clarisas. Como no se había dictado juicio y sentencia -y, al parecer, con objeto de vindicar a sus asesinos y legalizar de alguna manera el asunto-, años después del injusto fusilamiento el Tribunal de Responsabilidades Políticas, probablemente influenciado por el gobierno de la nación, condena oficialmente a muerte a Blas Infante y además impone una severa sanción económica a sus descendientes, tal como se recoge en un documento fechado el 4 de mayo de 1940 en Sevilla.
El 13 de abril de1983 el Parlamento de Andalucía reconoce a Blas Infante como "Padre de la Patria andaluza e ilustre precursor de la lucha por la consecución del Estatuto de Autonomía de Andalucía".
La Junta de Andalucía, a través de la Fundación del Centro de Estudios Andaluces, adquiere en el 2001 la casa de Blas Infante en Coria del Río y la convierte en museo, tras declararla patrimonio histórico y cultural andaluz.
Porque amaba profundamente a su tierra y la vio sumida en la pobreza, Blas Infante luchó incansablemente por conseguir una Andalucía libre y autosuficiente. Andalucía, la madre de España, la Tartessos que enamoró a los fenicios y cuyo regalo de bodas fue la gran perla de Cádiz. Blas Infante luchó fervientemente por su tierra. Escribió: "Yo quiero trabajar por la causa del espíritu en Andalucía porque en ella nací". Este es el Blas Infante que merece toda la honra de Andalucía, hija de sus entrañas; sí, el Blas Infante malagueño que en Torremolinos habla a través de la Plaza que lleva su nombre, un nombre que aún más indeleblemente lo lleva grabado el propio corazón del pueblo.