La Asociación de Comerciantes y Empresarios de Torremolinos ha tenido el placer de contar con un conferenciante excepcional en un evento dedicado muy especialmente a los empresarios y comerciantes de Torremolinos. La semana pasada acogían en el Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso al gran gurú de la motivación, el optimismo y la ilusión, Emilio Duró, quien lleno de vida una sala repleta de un público receptivo con ganas de aprender y de vibrar con las teorías de este experto en felicidad, ofreció la conferencia titulada “No vale rendirse” para 150 personas, con el gran reto de cambiar su mentalidad, de hacerles despertar ante los verdaderos retos de la vida.
Emilio Duró recorre el país dando conferencias apasionantes en las que ofrece las claves fundamentales para alcanzar el optimismo que necesitamos. “¡Ponle vida a los años. Ponle a la vida alegría, pasión, entusiasmo!” fue una de sus frases más energéticas y difundida en la conferencia.
Economista, coaching motivacional, empresario, consultor y consejero de empresas desde hace más de 25 años, Emilio Duró compartió con el público el comienzo de su historia en el mundo del conferenciante. Tuvo un problema en un momento de su vida, que le llevó a replantearse y preguntarse porque había gente con éxito personal y profesional y aun así, no eran felices. Fue entonces cuando, a través del estudio de la genética y de la física cuántica, comenzó a desarrollar sus teorías y a compartirlas con el mundo. Su ímpetu, su energía arrolladora acompañada de gestos acelerados y palabras atropelladas lo convierten en una persona excepcional. Logró calar en la conciencia de todos los asistentes que finalizaron la jornada con una visión diferente. Curiosos y deseosos de saber más, de conocer mejor al gran Duró, y por supuesto de fotografiarse junto a él.
Según destaca la ACET, algunos puntos clave de su discurso de más de dos horas fueron:
* Nuestra existencia es limitada. Nos propone que hagamos la cuenta de los días que nos quedan de vida: es la mejor forma de valorar el ahora. El incremento de la esperanza de vida nos obliga a replantearnos los objetivos marcados y nuestros actos.
* La importancia de rodearse de personas activas, sorprendentes, alegres y optimistas, que le pongan pasión a la vida.
* El problema es que hemos alargado la vida pero no hemos sabido llenarla de contenido. Vivimos en el mejor tiempo posible, pero somos menos felices. Pero esto se puede cambiar. Tiene mucho que ver con la actitud frente a la vida.
* La realidad que vemos es relativa, debemos saber que la felicidad reside en uno mismo. Esto tiene mucho que ver con la actitud frente a la vida.
* Existen estudios de física cuántica que demuestran que todo, absolutamente todo, ocurre por una causa, que no existe el azar. Todo lo que pensamos repercute en nuestras vidas, que todo funciona como una gran red, que nuestros pensamientos condicionan nuestras vidas.
* En su receta para la felicidad habla de cuatro componente fundamentales: La salud. Mantenernos en forma, alimentarnos de forma sana y cuidarnos. El componente emocional: la familia, los amigos, el trabajo y la forma de ver la vida: la gente alegre es más feliz. Insiste en la manifestación de las emociones: canta, baila, abraza, ríe, llora, muestra tus sentimientos. El conocimiento. Desarrollar la mente: no dejes de estudiar, de leer, de aprender y de desaprender, cultiva y enriquece el cerebro. El componente espiritual. Cultivar el espíritu, hacer técnicas de relajación, de respiración. Meditar.
"Tener el privilegio de asistir en directo a su charla, donde difunde su receta para la felicidad, fue uno de los mayores agradecimientos que compartieron los asistentes con él y con la propia Asociación", explica la ACET, desde donde no han cesado desde entonces de manifestar sus muestras de gratitud y reconocimiento por el evento.
Se estrecharon lazos empresariales, los asistentes tuvieron la oportunidad de intercambiar ideas y experiencias, se ofrecieron oportunidades de empleo, se renovó el pensamiento y hasta se tomaron nuevas decisiones que cambiarán el curso de muchos de los asistentes. Y es que el optimismo de Emilio es realmente contagioso.