Iman Elfahssi tiene que pedir ayuda cada día para subir su scooter al autobús que la lleva desde Marbella hasta la facultad de Educación de la Universidad de Málaga donde estudia la carrera de Educación Social. Ya son tres años de lucha, de reclamaciones y reuniones para conseguir un autobús adaptado para ella y para los que vendrán después.

Elfahssi, de 23 años, sufre una enfermedad degenerativa crónica, en concreto, una atrofia muscular espinal que provoca debilitamiento en la cadera y pérdida de fuerza en las piernas y músculos del cuerpo, por lo que necesita de su medio de transporte para poder moverse por las calles.

Hace tres años comenzó sus estudios en la Universidad y se acogió al programa de transporte universitario del Ayuntamiento de Marbella. Ahí comenzó su reivindicación. “El autobús es muy viejo y no está adaptado. No tiene ni rampa, por lo que dependo del conductor y del resto de viajeros para subir mi scooter al maletero y siempre me encuentro con problemas. En una ocasión, el conductor me gritó y me dijo que era la primera vez que me ayudaba y la última”, lamenta Elfahssi.

Tras este suceso, acudió al Consistorio para denunciarlo y tratar de ponerle solución. Rechazo. Eso es lo que sufrió cuando acudió en el año 2016. “Comenté la situación y pedí que el autobús tenga una rampa para no tener que depender de nadie, pero me dijeron que el autobús no era competencia del Ayuntamiento, si no de una empresa privada, pero se pasan la bola de unos a otros”, explica.

Ahora este servicio ya es propio del Ayuntamiento por lo que Iman mantuvo una reunión con el edil de Transportes, Félix Romero. “En la reunión me dijeron que ahora mismo no había dinero para eso, que se acabaría haciendo, pero en un futuro, y hace falta ya”, cuenta.

El mayor problema es que, según Iman, cada vez que hace una reclamación, parecen decirle que el problema es ella y su scooter. “No entienden que hay más gente como yo y quiero que dejen de pensar que me hacen un favor acercando el autobús a la acera para que pueda subirme. No es ningún capricho, es algo muy necesario”, reivindica Iman.
La lucha continúa con firmas en la red

Iman ha puesto en marcha una recogida de firmas en la plataforma digital Change.org. En la petición explica su caso y afirma que “No se me permite ser independiente”. El límite está en 1.500 firmas y, hasta el momento, lleva recogidas un total de 1.088. Pide la colaboración ciudadana para conseguir que desde el área de Transportes se ponga en marcha un autobús adaptado a personas con diversidad funcional.

Durante estas semanas, Iman Elfahssi estudia para los exámenes y prácticas de su carrera sin olvidar su especial lucha por conseguir un transporte digno.