Los problemas legales que afectan a algunos familiares de las dos principales figuras políticas del Consell van a seguir dando de qué hablar, aunque quizá no demasiado esta semana. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha afirmado que “tengo tanta confianza en la justicia como desconfianza con las derechas valencianas respecto a la búsqueda de la verdad”.
La vicepresidenta del Consell y titular del departamento de Igualdad, Mónica Oltra, denunció el pasado jueves en la sesión de control una “conspiración” contra ella dirigida por el expresidente Francisco Camps, la activista Cristina Seguí y el máximo responsable de Ribera Salud, Alberto de Rosa. En efecto, el viernes fue preguntada por si tenía pruebas de esta acusación y simplemente comentó que “no es una cuestión de pruebas”.
Un juez ha solicitado al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) la imputación de la consellera por el caso de la presunta ocultación por parte de su departamento de los abusos sexuales que su exmarido ejerció contra una menor tutelada por la Generalitat. Sin embargo, Oltra cree firmemente que Camps, Seguí y De Rosa están detrás de la “cacería política y mediática de la extrema derecha” contra ella.
Sin embargo, hoy había interés por saber hasta qué punto Puig pondría la mano en el fuego por Oltra, su posible imputación y su teoría de la cacería política. En este sentido, el presidente de la Generalitat ha trasladado que “yo no creo en teorías de ninguna conspiración” tal y como ha defendido su número dos, pero ha afirmado que “lo que sí que veo es que hay intereses determinados por intentar pervertir la verdad”.
