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Zona Franca Cádiz

Zona Franca es el pórtico de entrada a Europa de la empresa británica Olivia Energy Group

Entrevista al director de Relaciones Institucionales del grupo empresarial líder en el sector energético ubicado en el recinto fiscal de la Zona Franca de Cádiz

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  • Alejandro Sánchez, director de Relaciones Institucionales y Asuntos Públicos de Olivia Energy. -
  • Las plantas del grupo poseen una capacidad de almacenamiento de 67.000 metros cúbicos, en tanques destinados a productos de reciclaje y biocombustible
  • Grupo empresarial líder en el sector energético, comprometido con el medio ambiente, la sostenibilidad y los principios de la economía circular

Olivia Energy Group es un grupo empresarial líder en el sector energético, comprometido con el medio ambiente, la sostenibilidad y los principios de la economía circular. Sus verticales de negocio abarcan un amplio abanico de actividades: operaciones de trade y almacenamiento de graneles líquidos y biocombustibles, suministro de electricidad, valorización de residuos y gestión de activos inmobiliarios.

Con sede central en la Bahía de Cádiz, en sus instalaciones del recinto fiscal de la Zona Franca y el muelle de La Cabezuela, dirigen sus  operaciones hacia España, Europa y el mundo, desde una  ubicación estratégica inmejorable.

Las plantas del grupo poseen una capacidad de almacenamiento de 67.000 metros cúbicos, en tanques destinados a productos de reciclaje y biocombustibles.

 

Conozcamos mejor vuestra actividad. ¿Qué servicios ofrece Olivia Energy Group y desde cuándo opera en Zona Franca?

Las verticales de negocio de Olivia Energy Group giran alrededor de distintas compañías, que abarcan sectores diversos: producción, a través de Olivia Bioplant y Olivia Valoriza; almacenamiento y trading, mediante nuestra empresa más conocida, Olivia Petroleum, junto a Olivia UCO Storage y OP Trade, esta última ubicada en el muelle de la Cabezuela; retail, Olivia Carburantes  y Estaciones de Servicio Gasolivia y, por último, activos y servicios empresariales, con Olivia Properties y Cádiz Services and Oil.

También disponemos de una compañía de suministro de electricidad con una fuerte vocación del uso de la energía solar, Olivia Comercializadora.

 

Gracias a Olivia Petroleum, el recinto fiscal gaditano recuperó en 2018 las operaciones de tráfico de productos energéticos, ausente desde 2003. En aquella ocasión la operativa consistió en una descarga de 7.000 toneladas métricas de biodiésel. Cuéntenos qué tipo de operativas se dan en zona Franca.

La compañía nació hace diez años. Nos dedicábamos al almacenamiento de carburantes, bajo la marca Olivia Petroleum. Dimos un santo exponencial cuando llegaron cambios normativos, un giro hacia la economía circular, la reutilización de residuos para reconvertirlos en energía, en este caso, biocombustible. Fruto de esos cambios hemos girado el core bussines del grupo, ofreciendo nuestros tanques de almacenaje al servicio de las empresas que importan aceite de cocina usado para convertirlo en biocombustible. Esto ha sido el gran salto cualitativo y el origen del cambio de marca hacia la actual Olivia Energy Group, que aglutina a todas las compañías bajo el slogan “bringin the 360 horizon”.

 

¿Qué valor añadido supone estar en Zona Franca y por qué en Cádiz?

Esta empresa es de capital británico y dirección española y gaditana. Se fijaron en esta ubicación geográfica como pórtico de entrada hacia España y Europa, para la llegada y distribución de esa materia prima para la creación posterior de biocombustible.

Olivia Energy Group es un grupo británico que ha entrado con fuerza en la Zona Franca. Como comenté hace unos meses en un desayuno de trabajo con el delegado especial del Estado en el Consorcio, Fran González, Cádiz es nuestro cuartel general para el comercio internacional, con un movimiento económico que va en ascenso. La ubicación en Cádiz es para nuestra actividad una gran lotería. La propiedad ha tenido muy clara la importancia de la localización, y Londres ve que la de Cádiz es estratosféricamente importante. Somos una empresa de comercio mundial y esta ciudad se ha convertido en pórtico de este negocio. Se dan elementos para que Cádiz sea el epicentro de comercio internacional, tanto de la grasa animal como del aceite usado.

Para nosotros es muy importante el apoyo de las instituciones, especialmente la Zona Franca y la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz. Son ejemplos de cómo deben actuar las instituciones a la hora de reforzar la economía.

 

Parece que estamos ya viendo la luz a una etapa muy difícil por el  covid-19. ¿Cómo ha afectado la pandemia a la actividad de Olivia Petroleum?

Afortunadamente hemos podido mantener nuestra actividad e inversiones. Precisamente hace un año desde que pusimos en marcha nueva instalación de almacenamiento de graneles líquidos disponible para el mercado físico internacional de trading, de la mano de Olivia Petroleum SAU. La denominamos Terminal Cádiz II y constituye la tercera de este tipo con que cuenta la empresa en el Puerto de la Bahía de Cádiz. Se encuentra ubicada en el interior del Recinto Fiscal de la Zona Franca, teniendo como muelle operativo, para carga y descarga de buques, el de Poniente.

Las principales capacidades de la nueva instalación se caracterizan por la disponibilidad de 12 tanques de almacenamiento, 12.000 metros cúbicos de volumen disponible total para albergar productos no peligrosos, junto al Muelle de Poniente, donde pueden operar buques de hasta 200 metros de eslora y 9,50 metros de calado.

Desde el punto de vista operativo, hemos aplicado las normas y recomendaciones, fomentando el teletrabajo y velando, en todo momento, por la seguridad de nuestro equipo, que es el principal valor de nuestra compañía.

¿Qué planes de futuro tiene una empresa como la vuestra en pleno crecimiento?

Nuestra estrategia está orientada a la economía verde, la reutilización de residuos que se generan por la actividad humana para reconvertirlos en energía, en este caso, biocombustible, de manera que vuelven a entrar en el círculo de la economía.

Los cambios normativos obligan, por ejemplo, a que un porcentaje del carburante tenga que tener biocombustible y todas esas modificaciones son las que espolean a empresas como la nuestra que están metidas en ese proceso para virar al biocombustible.

Ahora, el 92% de nuestra capacidad está destinada al almacenamiento de aceite de cocina usado y también grasa animal o a biodiésel.

En ll parte de comunicación y relaciones con nuestros grupos de interés, el futuro está ligado a este cambio de marca e imagen corporativa que, de manera paulatina, quiere mostrar a la sociedad nuestra orientación hacia las agendas de sostenibilidad mundiales y europeas.

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