El presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, y el primer ministro británico, Boris Johnson, firmaron hoy en Helsinki una declaración de garantías de seguridad mutuas ante una posible agresión rusa, mientras el país nórdico decide si solicita su ingreso en la OTAN.
Esta declaración de solidaridad, similar a la firmada horas antes por Johnson y la primera ministra sueca, Magdalena Andersson -cuyo país también debate la posible entrada en la OTAN-, implica un compromiso de asistencia mutua, incluida la ayuda militar, en caso de sufrir un ataque armado o un desastre natural.
Asimismo, el acuerdo establece una mayor cooperación bilateral en áreas como la inteligencia militar, la tecnología, la compra de armamento y los ejercicios militares conjuntos.
"La invasión rusa de Ucrania ha cambiado la ecuación de la seguridad europea, ha reescrito nuestra realidad y ha remodelado nuestro futuro", dijo Johnson en una rueda de prensa conjunta con Niinistö.
Según el mandatario británico, la ofensiva rusa contra Ucrania ha supuesto reabrir un nuevo capítulo de la Guerra Fría, pero la invasión -en su opinión- ha fracasado por dos motivos: el "espíritu inquebrantable del pueblo ucraniano" y la unión del mundo occidental en apoyo de su heroica lucha.
Por su parte, el presidente finlandés aseguró que el acuerdo de asistencia mutua con el Reino Unido "incrementa enormemente" la seguridad del país nórdico e insistió en que la eventual entrada de su país en la OTAN no supone una amenaza para nadie, como asegura Moscú, sino que es una forma de aumentar su propia seguridad.
"Para nosotros unirnos a la OTAN no es ir contra nadie. Nos gustaría maximizar nuestra seguridad de algún modo. Si Finlandia aumenta su seguridad, no se la quita a nadie", afirmó.
Niinistö dijo que nadie tiene ninguna duda de que Finlandia forma parte del mundo occidental y colabora muy estrechamente con la OTAN, así que su entrada en la Alianza -insistió- no supondría realmente ningún cambio sustancial en la actual situación.
Asimismo, recalcó que Finlandia y Suecia han sido neutrales durante mucho tiempo por decisión propia, pero ahora esa neutralidad se ha convertido en una exigencia del Kremlin, lo que supone "un cambio radical".
Niinistö dijo además que Rusia debería "mirarse en el espejo", ya que son sus acciones y amenazas las que han provocado que tanto Finlandia como Suecia se planteen seriamente entrar en la OTAN.
Ambos países nórdicos mantienen desde hace años su condición de aliados pero no miembros de la Alianza, aunque la invasión rusa de Ucrania ha provocado un giro en la posición de ambos y ahora están dispuestos a renunciar a su tradicional política de no alineamiento para aumentar su seguridad.
El presidente Niinistö y la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, tienen previsto dar a conocer mañana, jueves, si son partidarios de solicitar el ingreso en la OTAN, requisito indispensable para que el país nórdico siga adelante con el proceso de adhesión a la Alianza.
De ser favorables al ingreso -lo más probable, según todos los indicios- es muy posible que Finlandia tome la decisión formal de enviar la solicitud a finales de esta semana o principios de la próxima.