El ingreso de Finlandia en la OTAN está más próximo que nunca después de que el presidente del país, Sauli Niinistö, y la primera ministra, Sanna Marin, tomaran este jueves la histórica decisión de apoyar la adhesión, rompiendo con más de ocho décadas de no alineamiento.
"Finlandia debe solicitar su ingreso en la OTAN sin demora. Esperamos que los pasos a nivel nacional aún necesarios para tomar esta decisión se tomen rápidamente en los próximos días", dijeron ambos mandatarios en un comunicado conjunto.
Según Niinistö y Marin, la membresía en la OTAN -de la que es país asociado pero no miembro- fortalecería la seguridad de Finlandia y, a su vez, el país nórdico haría más fuerte a la alianza militar.
Aunque era un secreto a voces, ambos mandatarios habían guardado silencio sobre su postura hasta ahora para no influenciar el debate público sobre la OTAN, reactivado tras la invasión rusa de Ucrania.
"Hemos necesitado tiempo para que el Parlamento y toda la sociedad establezcan sus posiciones al respecto. También para establecer estrechos contactos internacionales con la OTAN y sus países miembros, así como con Suecia. Hemos querido darle a la discusión el espacio que requería", señalaron.
FINLANDIA CULPA A RUSIA
El ingreso de Finlandia en la OTAN, algo impensable hace apenas unos meses, cuenta actualmente con un amplio apoyo popular, ya que, según los últimos sondeos, entre el 73 y el 76 % de los encuestados es favorable a entrar en la Alianza, mientras que sólo el 12 % es contrario.
Este giro histórico se debe a la invasión rusa de Ucrania y a las crecientes amenazas del Kremlin para evitar la ampliación de la OTAN hacia el este, incluido el despliegue de armas nucleares en el Báltico.
El presidente Niinistö señaló este miércoles que Finlandia y Suecia -país que también debate la posible entrada en la OTAN- han sido neutrales durante mucho tiempo por decisión propia, pero ahora esa neutralidad se ha convertido en una exigencia del Kremlin, lo que supone "un cambio radical".
Por ello, Niinistö dijo que Rusia debería "mirarse en el espejo", ya que son sus acciones y amenazas las que han provocado que tanto Finlandia como Suecia se planteen seriamente entrar en la OTAN.
Al mismo tiempo, insistió en que la entrada de su país en la Alianza Atlántica no supone una amenaza para nadie, como asegura Moscú, sino que simplemente es una forma de aumentar su propia seguridad.
IMPULSO AL PROCESO DE ADHESIÓN
El decisivo paso tomado este jueves por Niinistö y Marin da un firme impulso al proceso de adhesión en Finlandia, ya que la política de seguridad y defensa es una competencia compartida por el presidente y el Ejecutivo.
Ahora sólo falta que el resto del Gobierno de coalición y el Eduskunta (Parlamento) den su respaldo oficial para formalizar la solicitud de ingreso, algo que podría suceder en los próximos días, dado el amplio consenso que existe entre los partidos políticos.
Todas las formaciones que ya han fijado formalmente su postura son partidarias del ingreso, aunque todavía falta por pronunciarse el Partido Socialdemócrata (SDP) liderado por Marin, que lo hará este sábado, y la Alianza de Izquierdas, cuya cúpula ha retrasado la decisión hasta mediados de junio.
Ambos partidos han mantenido durante décadas una postura crítica hacia la OTAN, pero se espera que al menos el SDP se posicione este sábado claramente a favor del ingreso.
La Alianza de Izquierdas, uno de los cinco socios de la coalición gubernamental, sigue siendo reacia a apoyar la adhesión y ha dado libertad de voto a sus diputados.
Para esta formación la cuestión es especialmente sensible, hasta el punto de que hace tres años logró incluir una disposición en el programa de gobierno según la cual el Ejecutivo no puede pedir el ingreso en la OTAN durante esta legislatura.
En otras circunstancias, una solicitud de adhesión hubiera provocado la inmediata salida del Gobierno de la Alianza de Izquierdas, pero el rotundo apoyo popular a la OTAN ha hecho recapacitar a sus dirigentes.
El pasado sábado, la cúpula del partido que dirige la ministra de Educación, Li Andersson, y su grupo parlamentario decidieron que no hay motivo para abandonar el Ejecutivo aunque Finlandia pida entrar en la Alianza.
El presidente Niinistö y el Consejo de Exteriores y Seguridad del Gobierno podrían aprobar oficialmente la solicitud de ingreso este fin de semana, una vez el SDP haya fijado su postura, aunque aún deberá ser ratificada por el Eduskunta, probablemente la semana que viene.
Luego estará en manos de la OTAN y sus 30 países miembros aceptar la candidatura finlandesa, algo que parece muy probable, ya que la Alianza ha manifestado en varias ocasiones su disposición a recibir "con los brazos abiertos" tanto a Finlandia como a Suecia.