El tiempo en: Sevilla
Lunes 20/05/2024  
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Sevilla

La sequía “pasa factura” a la economía, que pide cambios en el uso del agua

El sector agrario cae algo más del 5% en el último trimestre, descendiendo las exportaciones y situando el mapa agrario a niveles de 1995

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai Publicidad Ai
  • La jornada. -

La sequía está teniendo un “impacto directo” en la economía andaluza, con una caída del sector agrario en el último trimestre del 5%, con una bajada de las exportaciones y del empleo, situando el mapa agrario en “niveles de 1995”, lo que obliga a repensar las políticas hídricas, con cultivos “superintensivos en agua” en una región seca y en la que tampoco se ha invertido en infraestructuras hídricas.

La pertinaz sequía ha sido una de las protagonistas de la jornada sobre economía andaluza de la Academia de Ciencias Sociales y Medio Ambiente y la Fundación Unicaja, en la que Alejandro Cardenete, catedrático de Economía de la Universidad Loyola, y Felisa Becerra, miembro de Analistas Económicos de Andalucía, han coincidido en destacar cómo este factor lastrará la economía de la región.

Según los datos aportados, el sector agrícola representa el 7% del PIB andaluz y el 15% si se suma la agroindustria, pero en el último trimestre ha descendido su actividad un 5%, lo que incide además en el empleo, con las cifras más bajas desde 2015, y también en las exportaciones, que sólo en el aceite de oliva se han reducido en un 40%, situando el mapa agrario en los niveles de 1995, precisamente cuando también hubo sequía extrema.

Ante esta situación, Cardenete señalaba la extremada dependencia del agua de nuestro sector agrícola, con cultivos “superintensivos en agua cuando es un territorio con poco agua”, por lo que invitaba a cambiar los tipos de producción agrícola en los que “nos hemos metido”, apuntando la idea Becerra al afirmar que Andalucía es la tercera comunidad con más hectáreas de regadío.

Además, cuestionaba la “pelea entre dos gobiernos” con las competencias del agua, ya que el Estado posee el 70%, a través de las confederaciones hidrográficas, y la Junta posee el 30%, una pugna que termina sin que se hagan las “inversiones necesarias”.

Becerra añadía que, a lo largo de los últimos años, esas inversiones se han centrado “en infraestructuras de transportes pero no en otras como las hidráulicas”, a lo que Cardenete apuntalaba con que “tenemos incluso pantanos que no tenemos las conducciones terminadas y conducciones deficitarias con pérdidas en las que no se han hecho inversiones”.

La propuesta de Cardenete, imitar a Israel, donde el “agua se paga a precio de oro”, maximizando el recurso con eficiencia y eficacia.

La tasa de paro “natural”

El catedrático de Economía incluía la sequía entre los factores que condicionarán el crecimiento andaluz, además de la inflación, la desaceleración de todas las economías en especial por las guerras, que las familias y empresas se han quedado sin ahorro y la incertidumbre en política monetaria.

En su análisis apuntó que preocupa el desempleo, que en Andalucía se situará en torno al 18%, aunque apuntó que “la tasa de paro es la natural, el nivel de pleno empleo, cuando todos los sectores económicos producen a pleno rendimiento y, por mucho que queramos, de ahí no lo podemos bajar”.

A su juicio, nuestro mercado laboral cuenta con todos los factores para no bajar a un 4 ó 5%, ya que tenemos un sueldo mínimo interprofesional elevado, hay poca movilidad, el despido es caro y hay muchos subsidios “que desincentivan” la incorporación al mercado laboral. “Y lo seguimos estropeando”, apuntaba al cuestionar la reforma en la que trabaja el Ministerio de Empleo que incrementará las prestaciones a desempleados.

A eso unía una cuestión “cultural”, el hecho de que la familia sea parte del sistema de protección y, además, limite la movilidad laboral, “queremos quedarnos en nuestra ciudad, en nuestro barrio, en nuestra calle y, si podemos, en el mismo bloque”, ejemplificaba.

Para Cardenete, "no hay un deseo de reforma estructural por el acto coste social y político" que supone y, tirando de su experiencia en política, apuntó que “no es fácil” adoptar reformas profundas “que no garanticen tu continuidad” y en el Gobierno actual de coalición PSOE-Sumar “no intuyo que sea capaz de tomar medidas drásticas”, del que además cuestionó que ni siquiera haya presupuestos de 2024 ni a él le salgan "las cuentas" tras los compromisos alcanzados para la investidura de Pedro Sánchez.

Tanto el catedrático como Becerra confirmaron el debilitamiento de la economía en general, con previsiones de crecimiento para este año en Andalucía del 2,3% y del 1,7% para 2024, y una tasa de paro del 18,3% y del 17,8%, respectivamente, con mayor alta de temporalidad en el mercado laboral andaluz por la estructura productiva.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN