El entrenador del Real Betis, el chileno Manuel Pellegrini, no ha pedido este sábado en rueda de prensa el aplazamiento de la duodécima jornada liguera, como han solicitado algunos de sus colegas, ya que considera que "más importante que suspender" partidos de fútbol, "lo que hay que hacer es ayudar".
Pellegrini declaró que "lamentablemente, el número de damnificados y fallecidos va en aumento", así que reclamó "ayuda para la mucha gente que lo está pasando mal" en la Comunidad Valenciana, donde él mismo residió durante los cinco años que fue entrenador del Villarreal.
El técnico santiaguino, que mañana se enfrenta al Athletic en San Mamés, recordó que "se suspendieron algunos partidos de Copa" en los que estaban implicados equipos valencianos "y también otros de Liga, pero más importante que suspender, es prestar rápidamente la mayor ayuda posible" a los afectados.
Sobre el estadio del Athletic, donde su equipo juega mañana, considera que "es un estadio muy especial que produce un ambiente muy importante en los jugadores locales".
Pellegrini ha destacado que el Athletic está dirigido por Ernesto Valverde, "un técnico de gran calidad, que cuenta con una excelente trayectoria", pese a lo cual sus hombres saldrán "a buscar el triunfo porque" se trata de un "partido seis puntos al ser contra un rival directo en la lucha por entrar en Europa".
El técnico santiaguino no se detuvo en disquisiciones tácticas previas al encuentro por considerar que "lo más importante es el rendimiento de los futbolistas" béticos, "con independencia del rival, aunque es necesario considerar las características de cada adversario".
Así, Pellegrini explicó que "no es lo mismo jugar de visita que de local", pese a lo cual va a "intentar ser el mismo equipo intenso del último partido contra el Atlético de Madrid", es decir, manteniendo "el posicionamiento alto y agregarle eficacia en el remate".
El preparador verdiblanco señaló que su equipo "siempre recuperó muchos balones en campo contrario, es una característica que se ha inculcado durante los cinco años" que lleva al frente del Betis, un conjunto que "no es de esperar al rival".
