Derrota sin paliativos en el Calderón. Los goles de Falcao y Filipe Luis en la primera mitad dejan a los verdiblancos escasas opciones para pasar la eliminatoria. Rubén Castro y Molina pudieron acortar distancias hasta en tres ocasiones sin puntería.
El bombazo en el once ideal de Pepe Mel con el que nadie contaba en las quinielas se produjo. Eder Vilarchao, el canterano que debutaba el pasado domingo en el Villamarín frente al Levante, formaba en la alineación titular que presentaba el técnico verdiblanco que optó además por la pareja Paulao-Perquis para la defensa en detrimento de Mario y Amaya, fuera incluso de la convocatoria.
Sin complejos, el Betis saltó al césped del antiguo Metropolitano, aunque el Atleti, rápidamente se haría con el control inicial del balón debido a una fuerte presión. Forzando un par de córners en los primeros cinco minutos, a punto estuvo Godín en el segundo de ellos de cabecear hacia dentro una pelota colgada por Arda en la continuación de la jugada.
Pero el gol en el Calderón es territorio de Radamel Falcao. A velocidad de vértigo, Diego Costa cedía atrás el cuero a Raúl García que el pico de la frontal del área, ponía un centro preciso que conectaba un testarazo imposible en las narices de Casto ante el que nada pudo hacer el portero poniendo en ventaja al conjunto de Simeone en el 10’ de la primera mitad del choque.
Jarro de agua fría que haría reaccionar dos minutos después al cuadro bético por medio de Joel Campbell, cuyo lanzamiento eso sí, cayó en manos de Courtois con menos peligro del esperado. Un espejismo. La superioridad futbolística del Atlético de Madrid era manifiesta mientras los de Mel se aculaban y les costaba seguir el ritmo de su adversario. De nuevo, Diego Costa, un auténtico quebradero de cabeza toda la noche. encaraba en banda izquierda, se marchaba, centraba y el mal despeje de la zaga sevillana dejaba el balón pintiparado para el duro disparo cruzado de Filipe Luis que en el minuto 23 lograba el segundo tanto de la noche madrileña.
La debilidad defensiva y la poca contundencia de los centrales béticos se hacía patente una ocasión más. Y el desacierto atrás se contagiaba en la zona de ataque, pues el Betis desperdiciaba una clara oportunidad hasta en tres ocasiones que entre la defensa y el guardamenta rojiblanco desbarataron las tentativas de Jorge Molina y Rubén Castro en el 29 de juego. Mala suerte que se cebaba instantes después más si cabe con la lesión de Perquis que se tuvo que marchar sustituido por Dorado.
Y si la tuvo antes del descanso, a la vuelta de vestuarios volvía a perdonar el Betis otra ocasión en las botas Molina. Contra del equipo verdiblanco conducida por Campbell desde la derecha tras un precioso pase de Rubén Castro que se la pone muy bien al delantero de Alcoy que a bocajarro salva Courtois.
Físicamente los colchoneros iban cediendo terreno a un Betis que, coyuntura que aprovechaba el equipo helipolitano para elaborar más en el centro del campo y acercarse paulatinamente a las inmediaciones de la portería atlética; si bien es cierto que las llegadas con verdadero peligro brillaban por su ausencia en este caso.
El triunfo atlético se materialiazó y a la espera de un milagro en la vuelta levantaría un cruce muy cuesta arriba.
