Corea del Sur y Estados Unidos han comenzado este lunes los ejercicios militares conjuntos que llevan a cabo con carácter anual, ante un inusual silencio de Corea del Norte que obedece al último acercamiento entre Seúl y Pyongyang.
El Mando de las Fuerzas Combinadas (CFC) ha informado de que este lunes han comenzado los ejercicios militares que durarán dos semanas y que movilizarán a 50.000 efectivos surcoreanos y 30.000 estadounidenses, incluyendo los que están desplegados en la región.
El objetivo es mejorar la capacidad defensiva para garantizar la paz de la península coreana, especialmente frente a los ataques informáticos contra las redes militares y con armas de destrucción masiva, de acuerdo con la agencia de noticias Yonhap.
Estos ejercicios militares estarán supervisados por la Comisión de Países Neutrales, que incluye a los siete miembros del Comando de Naciones Unidas (UNC): Reino Unido, Nueva Zelanda, Australia, Canadá, Dinamarca, Noruega y Francia.
A diferencia de años anteriores, el régimen comunista no ha criticado estos ejercicios militares, a los que habitualmente se refiere como el preludio de una nueva guerra en la península coreana.
El silencio de Pyongyang se debe al acuerdo que el pasado miércoles alcanzó con Seúl para normalizar la situación en el complejo industrial de Kaesong, que decidió cerrar unilateralmente el 3 de abril.
Además, las dos Coreas han acordado reunirse para pactar la reagrupación de las familias separadas por la guerra (1950-1953), de cara a la festividad del Chuseok, el próximo 19 de septiembre.