El gobernante Ennahda ha anunciado este domingo que está dispuesto a reunirse con los partidos opositores sin condiciones previas para solucionar la crisis política que vive Túnez.
"Hacemos un llamamiento a un diálogo inmediato para juntar a todos los partidos políticos de la oposición y a la coalición gobernante, sin condiciones", ha dicho el líder del Consejo Supremo de Ennahda, Fethi Ayadi.
Ayadi ha explicado que las conversaciones podrían comenzar esta semana incluyendo la propuesta de la oposición de formar un gobierno de tecnócratas para poner fin a la actual crisis política.
Estas declaraciones se contradicen con las realizadas el pasado jueves por el líder de Ennahda, Rached Ghannouchi, que se negó a formar un gobierno de tecnócratas porque "no sabría gestionar la delicada situación" que atraviesa el país magrebí.
No obstante, Ghannouchi dejó la puerta abierta a la formación de un gobierno nacional, argumentando que lo ocurrido esta última semana en Egipto evidencia la necesidad de un continuo diálogo entre Ejecutivo y oposición.
Túnez, tradicionalmente uno de los países más seculares del mundo musulmán, se enfrenta a su crisis política más profunda desde la revolución que acabó con el régimen de Zine el Abidine Ben Ali en enero de 2011.
El punto de inflexión fue el asesinato del líder opositor Mohamed Brahmi, ocurrido el pasado 25 de julio, cuando dos hombres armados que iban en motocicleta le dispararon a la entrada de su casa, ubicada en la capital tunecina.
El pasado mes de febrero, el líder del opositor Movimiento Patriótico Democrático Unificado, Chokri Belaid, también fue tiroteado hasta la muerte en la capital tunecina.
A ello hay que sumar que la Asamblea elegida para redactar la nueva Constitución en el periodo de un año todavía no ha acabado su trabajo y que los 'yihadistas' han aumentado sus ataques para desestabilizar al Gobierno.
