Con premeditación, con nocturnidad pero sin alevosía. El prototipo del tren-tranvía que previsiblemente comenzará a formar parte del paisaje de la ciudad y de la Bahía comenzó a realizar las pruebas dinámicas en la madrugada del sábado, concretamente a partir de la 1.30 horas. Primero fue una plataforma de iguales dimensiones la que recorrió el trayecto para asegurarse de que no había obstáculos y luego, por fin, la unidad que ha estado estacionada parada en seco en la Ardila desde el domingo 16 de este mes de noviembre.
A partir de ese momento se dan por iniciadas las pruebas, la primera fase de pruebas, que después de terminar a finales de mes proseguirán en abril del año que viene. ¿Por qué tanto tiempo? Pues por el papeleo, porque poner en circulación un tren- tranvía que además es un tren-tranvía único, lleva su tiempo. Hay que hacer estudios, pormenorizar en cada una de las medidas tomadas, escudriñar los datos obtenidos de estas primeras pruebas y en suma, todo lo necesario para dar el visto bueno a un vehículo que va a transportar a personas y que se va a incrustar en la vida diaria de la ciudad.
Ignacio Suárez, gerente de Instalaciones y Material Móvil de la Agencia de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, fue quien desmenuzó a los medios de comunicación de la ciudad todas y cada una de las características del vehículo, entre ellas las medidas pioneras en materia de seguridad y de accesibilidad.
Pruebas dinámicas
¿Pero que son las pruebas dinámicas que se van a realizar? Pues se trata de probar la correcta integración del diseño de la unidad en la infraestructua ejecutada. O sea, comprobar que no hay problemas de gálibo o que ninguno de los semáforos se los lleva por delante el tranvía con el retrovisor. Algo –decía Ignacio Suárez- que puede parecer una tontería, pero no lo es. Todo está medido y todo está comprobado sobre plano, pero hay que hacerlo sobre el terreno.
Otra de las cuestiones que se verificarán durante este período será la comprobación de los puntos en los que el tren-tranvía hace más ruido. El tranvía, al igual que la gran mayoría de los trenes, lleva un sistema de inyección de grasa que lo que hace es echar un punto de grasa donde la pestaña hace ruido, donde chirría. Y eso es muy importante no sólo para la seguridad de los pasajeros, sino también para la salud auditiva de la población.
No disimulaba su orgullo el gerente de Instalaciones y Material Móvil de la Agencia de Obras Públicas de la Junta de Andalucía al manifestar que “la gran novedad” de todo este proyecto es que se ha conseguido integrar un tranvía con una circulación ferroviaria. Un vehículo que es capaz de circular tanto por la ciudad como por la línea férrea.
Este tren-tranvía va a subir el puente y va a ir, por ejemplo, a cola de un Alta Velocidad y por delante de un Cercanías. “Hemos conseguido que en apenas 38 metros nos quepan algo más de 300 personas de capacidad máxima y, además, poder convivir con los trenes convencionales”.
Puertas a dos alturas
Entre las curiosidades que llaman la atención del tren-tranvía metropolitano es que cuenta con puertas a dos alturas para dar accesibilidad tanto desde el andén tranviario como el ferroviario. En este sentido, tiene un elevador interior, algo pionero, que permite subir carros de niños pequeños o sillas de ruedas de una altura a otra.
Sobre este novedoso elemento hablaba precisamente Ignacio Suárez, comentando que “la ascensión de este elevador puede ser en movimiento o estando el tranvía parado. Todo está pensado al milímetro, tanto si la unidad está parada, va a una determinada velocidad o realiza una frenada, todo está pensado. La gente cuando lo vea pensará que va muy lento, y no es así porque va a la velocidad que la seguridad del que vaya montado en él se puede permitir. No podemos permitir que por subir o bajar de una manera muy rápida atrapes el pie a alguien o se caiga el usuario”.
Para su uso, el elevador cuenta en los laterales con unos botones rojos que avisan al conductor que tiene que retrasar la salida del tranvía en la parada en la que se monte la persona que lo vaya a utilizar. En este sentido, está previsto que en cada parada el futuro medio de transporte interurbano tenga un tiempo medio de espera de 20 segundos para facilitar a los pasajeros la subida o la bajada del mismo.
El diseño del mismo ha estado consensuado en todo momento con Renfe, que estuvo presente siempre en las comisiones mixtas en las que se decidió su construcción, pese a que actualmente sigue son haber acuerdo entre la Junta y la propia Renfe para que sea la operadora del tren-tranvía de la Bahía de Cádiz.
Buen clima
De todas formas, desde la Consejería de Fomento se ha destacado el buen clima que existe en los últimos meses conel Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), que podría derivar en que finalmente el acuerdo cristalice. Como ejemplo valga el traslado realizado la pasada semana por las vías ferroviarias para que el tren-tranvía llegase a La Ardila el pasado 15 de noviembre.
Nada está dejado al azar en el diseño interior del tren-tranvía y, de hecho, en el momento que alguien pulsa el botón para utilizar el elevador se activan unas cámaras en el interior del vagón a través de la cual el maquinista puede comprobar si se trata de una broma o de algún menor que se lo tome como un juego, o que realmente hay una necesidad de prolongar la parada.
Además, ofrece la opción de que dos unidades puedan acoplarse para su normal funcionamiento. Reseñar también que en las puertas de pisos altos se cuenta con una pequeña rampa que sale desde abajo para poder acceder al andén ferroviario.
Desde la Junta también se ha dado a conocer que las siete unidades del tren-tranvía que cubrirán el trayecto Chiclana-San Fernando Cádiz en el futuro ya se encuentran acabadas, solo hay una a la que le restan culminar los interiores. De las otras seis, dos se encuentran en pruebas de homologación como es el caso de la que está en La Ardila y otra que se encuentra en Irún, que entre ambas acumulan más de 13.000 kilómetros recorridos por la vía ferroviaria.
Hay otras dos que ya cuentan con todos los beneplácitos para realizar las pruebas en las vías tras haber superado las de la fábrica, y las otras dos están acabadas a la espera del visto bueno del Ministerio de Fomento.
Unas pruebas de homologación que podrían contar por fin con todos los beneplácitos de las administraciones implicadas a primeros del próximo año 2015, toda vez que lo único que resta es una prueba de señalización o sistema ASFAS y, posteriormente, culminar la última fase de tramitación burocrática en los despachos, que es la más complicada por la “ingente cantidad de papeleo que se genera y de informes”, afirma Ignacio Suárez.
Mucho trámite
Y es que los plazos no son nada sencillos y son muchos los ojos que están puestos sobre el tren-tranvía. Así, quien otorga la habilitación ferroviaria es el Ministerio de Fomento a través de la Dirección General de Ferrocarriles, pero para que se llegue a este paso previamente ADIF tiene que dar también el visto bueno, porque es por su infraestructura por la que va a operar el tren.tranvía.
A ellos se suma Renfe que, como operador de referencia del Ministerio, tiene que aprobar las condiciones de seguridad de la unidad. Además hay otro informe que lo tiene certificar Cetren, que es la que se encarga de dicha certificación para España a nivel europeo.
A modo de ejemplo, Suárez señalaba que “las últimas pruebas que hicimos fueron las de los sistemas de comunicaciones que lo hicimos en Santa Justa en Sevilla. Tardamos tres horas en hacerla, pero en generar toda la documentación con todos los expedientes, seguramente CAF tarde un mes y Cetren tarde otros 15 o 20 días. Es un proyecto es muy burocrático”.
Hablar de plazos sobre cuándo el tren-tranvía estará circulando es mucho aventurarse, aunque desde la Junta se apunta a que en 2016 ya podría ser una realidad. De momento, una vez que concluyan estas pruebas de integración, la unidad regresará a San Fernando en abril para las pruebas de funcionalidad.
Luego también está planificado que las obras del trazado urbano de Chiclana estén acabadas a finales de 2015 y solo restaría por saber cuándo estaría terminada la subestación de Janer para conocer si circulará o no en ese plazo pretendido de 2016.
TIENDAS DE LOS DESAVÍOS
Se les llama tiendas los desavíos y se llaman así porque cumplen su función por diferentes razones. Porque es lo único que hay abierto un domingo por la mañana, la que queda más cerca para comprar lo que se olvidó en la lista del supermercado, porque es la que deja fiado hasta el día 10 que se cobra el paro o el 25 que se cobra la pensión y porque al frente está una persona que trabaja más horas que el reloj de la iglesia Mayor y que no se ha hecho rico ni tiene intención de hacerse. Al menos trabajando. Otra cosa es que el toque la lotería.
Más arriba de la sede San Fernando Información y andaluciainformación.es está la tienda –lo que en Cádiz siempre se ha llamado un armarcén- de Juan Carlos, que se llama San Nicolás porque está en la calle San Nicolás aunque no tiene rótulo exterior a la espera de los permisos, que ya saben que esa zona está dentro del Plan Especial de Protección del Casco Histórico, el Peprich, y con Cultura hemos topado.
Y Juan Carlos es precisamente quien lanza la idea que no iba preconcebida en la entrevista que le hicimos a traición, la del cooperativismo imposible entre los pequeños. Verbigracia, por el cooperativismo por definición es precisamente unir a los pequeños.
JUAN SÁNCHEZ, 47 AÑOS SIN MOVERSE DEL SITIO
Pues un poquito más arriba, en la misma calle San Nicolás, está la peluquería San Nicolás, que antes era laica y que el actual propietario la canonizó cuando se hizo cargo de ella hace la friolera de 47 años.
Juan Sánchez es peluquero, hijo de peluquero y padre de peluquero. Como Juan Carlos, echa horas por un tubo, dice que va a jubilarse pero no parece que tenga muy claro no aparecer por el negocio de vez en cuando. Y ya saben ustedes cuántas veces puede aparecer por el negocio un jubilado que se ha llevado trabajando hasta los 70 años, que es la edad que tiene ahora. Hasta los 70 años más el tiempo que tarde en jubilarse.
LOS TAXISTAS, CONTRA EL CIERRE DEL CEFOT-2
En plena polémica por la posible marcha del Centro de Formación de Tropa de Camposoto, los taxistas salieron a la calle esta semana pasada para exigir que se quede en La Isla porque es casi de lo que viven, de llevar y traer soldados a la estación o llevarlos al cuartel. También el Consejo de Participación Ciudadana se ha mostrado unánime en contra de que se cierre otra instalación militar, sobre todo porque cierran y se quedan con los terrenos, como siempre y se prevén más acciones de protesta.
Pues bien, esta semana hemos hablado con Vicente Franco Rivero, que es el gerente de una empresa que se llama Camarinal Consultores, que es de La Isla y que ha sido contratada por la Junta extremeña para preparar a todos los técnicos en emprendimiento de esa comunidad autónoma. O sea, que ha ganado el concurso público pidiendo incluso más dinero que otras propuestas.
Lo que nos decía Vicente Franco es que dos de los grandes problemas que tienen los isleños son, primero, que su derrotismo: nadie de La Isla es bueno porque es de La Isla y primero tiene que triunfar fuera. Y segundo, que los isleños creen que lo suyo es lo más malo del mundo. Y que con esos dos defectos capitales no se va a ningún sitio. Da igual que se lleven el CEFOT-2, la Escuela de Suboficiales o hasta el Tercio de Armada. Y eso que tenemos riqueza que explotar.
‪#YO CREO
Se llama Mario Guerrero, es de Chiclana y se está partiendo el alma dando a conocer una iniciativa que está teniendo eco en las redes sociales y en los medios de comunicación de todo tipo. Con 16 años se está en la edad de creer en cosas o de no creer en nada y Mario es de los primeros, de los que quieren cambiar el mundo. Su iniciativa Yo creo, con un hastag por delante, recoge propuestas de ciudadanos que un día quiere llevar hasta la mesa del mismísimo presidente del Gobierno. ¿Una utopía? Por lo pronto, que un joven de 16 años se dedique a algo así, es una bendición. Otra cosa es en lo que quede.
SEMANA DE LA MÚSICA
Ha habido música durante toda la semana con motivo de la festividad de Santa Cecilia, patrona de los músicos. El Museo Histórico Municipal fue escenario de la propuesta musical de Cello4quartet un cuarteto de jazz formado por César Jiménez (cello), Juan Ramón Veredas (piano), Juan Baca (bajo) y José Luis Gómez (batería). El cuarteto, que ya cuenta con un CD publicado, interpretó la Suite para Cello y Trío de Jazz, una pieza en seis movimientos del compositor francés Claude Bolling.