Cuatro años después de haber cosechado el peor resultado electoral para el PSOE en Sevilla (11 concejales frente a los 20 del PP) y con la experiencia acumulada en el frío banco de la oposición, el portavoz y de nuevo candidato del PSOE a la Alcaldía, Juan Espadas, reconoce abiertamente que ahora sí está “más capacitado para gobernar, con mucho más criterio” y “en igualdad de condiciones” con Juan Ignacio Zoido.
Capacitado y respaldado por el aparato orgánico de su partido. Durante una entrevista en Ondaluz TV, Espadas recuerda la “frialdad” de aquella campaña de “brazos caídos” de las agrupaciones por una lista configurada al margen porque se trataba de “renovar profundamente”, ha dicho. Durante estos años asegura que se ha “pateado los barrios con esos compañeros”, ganándose su “respaldo y confianza”.
Unidos en el trabajo, ahora plantean una lista de marcado “perfil político” con “lo mejor de cada casa” y pone como ejemplo a Carmen Castreño, confirmada como número 2, “su mano derecha”. “Me da todas las garantías”, dice, porque “no hay nadie más conocedora” de las oportunidades económicas de la ciudad que, a su juicio, pasan por el Puerto.
Y a pesar de los sondeos -dice que manejan datos que colocan al PSOE como la lista más votada-, Espadas dice confiar en el sentido común de los sevillanos. “Comparto el escepticismo y el cabreo de la gente” ante el incumplimiento de los programas electorales, “pero de ahí a decir como estoy enfadado voy a votar a ciegas, sencillamente a alguien que me dice que lo va a destruir todo -en alusión a Podemos-y ya veremos como lo hacemos… Para gobernar no sólo hay que tener ilusión. Los programas son importantes, pero es importante cumplirlos”.
Al hilo de eso, el portavoz y candidato del PSOE reta a los sevillanos que prefirieron a Zoido hace cuatro años “que miren a qué se comprometió con ellos y si entienden que no ha cumplido lo que prometió, sencillamente que no lo voten”.
Respecto al adelanto electoral en Andalucia, Espadas responde que “no tenemos la culpa que el PP no acabe de consolidar el liderazgo de su presidente y otras fuerzas estén organizándose o no”. Defiende la decisión de la presidenta, que no toma “exclusivamente por interés partidista” y advierte que “no nos debe dar miedo, nunca es malo consultar a los ciudadanos”.