La Policía Nacional ha detenido en Almería este jueves a dos hombres y ha identificado a 15 personas más, todas ellas de nacionalidad rumana, en una operación contra la receptación y compra-venta de objetos robados que se ha desarrollado en el entorno de la Avenida de la Estación de la capital almeriense, donde comerciantes y vecinos han denunciado públicamente estas presuntas prácticas.
El dispositivo ha conseguido cercar el entorno de un conocido establecimiento de compra y venta de objetos de segunda mano ubicado en la citada vía. Así, sobre las 11,30 horas, varias dotaciones policiales han agrupado a los sospechosos que se distribuyen a ambos lados de la calle y los alrededores para realizar las correspondientes identificaciones.
Fuentes policiales han explicado a Europa Press que la operación ha permitido detener a dos jóvenes, quienes eran reconocidos como los principales objetivos, si bien no se descarta una tercera detención de un hombre a la espera de verificar su identidad.
Según la investigación, los sospechosos mantienen presuntamente una red clandestina de compra-venta de objetos de segunda mano entre los que adquirirían mercancía de ilícita procedencia. En los registros se ha constatado que cada uno de los identificados podía llegar a portar entre 200 y 300 euros para la compra de material en plena calle.
En este sentido, la red contaría además con mujeres que se encargarían de sacar de la "zona caliente" de compra-venta aquellos objetos que pudieran proceder de un posible robo o hurto, con lo que tratarían de ocultar esta mercancía en los contadores de los edificios aledaños.
Así, durante la operación se ha conseguido identificar a dos sospechosas que operaban en un radio de un kilómetro con respecto a la principal avenida. En la operación han participado miembros de la Policía Judicial y de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comisaría Provincial de Almería.
La Policía ejecutó el pasado año la detención de un varón de 32 años de edad y nacionalidad pakistaní acusado de un delito de receptación tras comprobar que estaba vendiendo un teléfono presuntamente robado en la puerta de una tienda de compraventa de objetos de segunda mano en la Avenida de la Estación de la capital.
Los vecinos y comerciantes de la citada avenida llevan meses criticando la inseguridad que existe en la zona con la presencia de personas en torno a este comercio a las que acusan de presionar a los viandantes y clientes potenciales del establecimiento.