Los equipos de rescate encontraron hoy nueve cadáveres en el monte malasio Kinabalu, lo que eleva a once el número total de personas que ha perdido la vida en esa cumbre situada en el norte de Borneo tras el terremoto de magnitud 6 grados que sacudió la región el viernes.
"Al mediodía de hoy, once cadáveres han sido recuperado (dos identificado) y ocho personas siguen desaparecidas", anunció el ministro de Turismo, Cultura y Medioambiente del estado malasio de Sabah, Masidi Manjun, en su cuenta de Twitter.
Horas antes, el ministro había informado de que los últimos 137 montañeros, de los alrededor de 200 que el terremoto sorprendió en la montaña, habían llegado sanos y salvos al campamento central y ya solo quedaba encontrar a los desaparecidos.
La mayoría de las personas desaparecidas al comenzar el sábado eran ciudadanos de Malasia y Singapur, y el resto de China, Filipinas y Japón, según fuentes policiales citadas por el diario local "The Star".
Una estudiante singapurense, de 12 años, y un guía malasio, de 30, abrieron el viernes la lista de muertos de esta catástrofe.
Los cadáveres de ambos fueron recogidas de la montaña y trasladados hasta el tanatorio del hospital Queen Elizabeth en Kota Kinabalu, la capital de Sabah.
El terremoto duró cerca un minuto y causó desprendimientos de rocas, avalanchas y el derrumbe de dos montículos bautizados como "las orejas del burro", donde se practica la escalada.
El movimiento telúrico también causó graves daños en tres hostales y albergues de la zona y, según el diario "New Straits Times", otros de menor envergadura en un banco, un hospital, un colegio, una comisaría, una mezquita y varias viviendas.
El Servicio Geológico de Estados Unidos, que registra la actividad sísmica mundial, localizó el hipocentro a 10 kilómetros de profundidad y a 19 kilómetros al noroeste de la ciudad de Ranau, de 94.000 habitantes.
El Kinabalu se yergue a 4.095 metros de altura, el más elevado de los que se levantan entre la cordillera del Himalaya y Nueva Guinea, en el parque de mismo nombre, considerado Centro de Diversidad Botánica del Asia Sudoriental por la Unesco.