Desde el mes de agosto de 1989 a primeros de enero de 2004 fue alcalde de San Fernando y a partir de ahí, parlamentario andaluz hasta su defenestración de un partido que desde entonces no ha levantado cabeza. No por defenestrarlo, sino por la política errática que llevó al Partido Andalucista a escorarse a la derecha y terminar ahogado.
De Antonio Moreno Olmedo, como alcalde, se conoce todo después de 16 años en el cargo sin perder unas elecciones; de su actividad como parlamentario andaluz, algo más, pero de su actividad como uno de los pocos andalucistas de la época que llegaron al Congresos de los Diputados entre 1989 y 1993 y el tercer isleño que campa en Madrid en la época democrática actual. “Primero Antonio Moreno, luego Juan Ibáñez Haro y aunque no nació aquí pero puede considerarse de La Isla, María Jesús Castro Mateos”.
Quien matiza el dato es José Antonio Garnárez Acosta, licenciado en Filosofía y Letras y profesor en la Escuela San José, además de autor del libro Antonio Moreno, un isleño en el Congresos que se presenta este jueves próximo precisamente en la misma escuela donde trabaja el autor.
Él ha creído en la necesidad de dar a conocer esa etapa del alcalde que transformó San Fernando de pueblo a ciudad, con sus aciertos y con sus errores propios de un mandato de 16 años, pero que marcó un antes y un después.
Y no lo hace por una especial amistad con el ahora director del colegio de La Salle en Chiclana, porque aunque lo conoce, “apenas he tenido trato con él”. Algo que aporta un punto de objetividad a lo escrito, que por otro lado tampoco sería discutible si las circunstancias fueran las contrarias.
Una cara distinta
Lo ha escrito “por mi afición a la historia” y por ofrecer una una cara distinta del político por antonomasia, el animal político capaz de defenderse en todos los ámbitos y cuya formación se va viendo en las actas de sus intervenciones, de menos a más, cada vez más calidad.
Garnárez apunta que incluso algunos políticos de renombre se quedaban en las Cortes para escuchar sus intervenciones, pocas por ser un grupo parlamentario integrado en el grupo mixto, pero suficientes para hacer un retrato de Moreno.
El autor de Antonio Moreno, un isleño en el Congreso, confiesa que no es un libro para convertirse en un éxito de público, pero sí aporta mucho a través de la documentación que se maneja.
En primer lugar, la formación política que comienza con las intervenciones comedidas de los primeros pasos y termina en la soltura del veterano. Y además, un retrato de la España de esa época y sobre todo de la provincia de Cádiz, por cuanto Moreno tenía como cometido defender a toda la provincia, desde Algeciras a Cádiz pasando por Jerez. Todo un compendio de conocimientos de problemas tan distintos y distantes.
Garnárez reconoce que a veces se preguntaba de dónde sacaba tanta capacidad para llevar adelante los problemas de La Isla y los de la provincia, teniendo en cuenta que en aquella época San Fernando se enfrentaba al proyecto más importante de su historia reciente, la construcción de Bahía Sur. Que se construyó.
Había varios temas candentes en aquella legislatura que Moreno tuvo que defender. El trato especial por la afectación militar, “que se había conseguido en otra ciudad”, dice Garnárez y la liberación de la playa de Camposoto, que eso sí se consiguió durante se estancia en el Congreso.
El libro ha sido editado por Publicaciones del Sur. Editores y prologado por José Carlos Fernández Moreno. Se da la circunstancia de que Antonio Moreno, quien ha prometido su asistencia a la presentación el jueves a las 19.30 horas en la Escuela San José, no lo ha leído. Lo que Garnárez escribiera “estará bien”.