Una buena amiga mía siempre dice que no quiere que llegue la Feria porque se acaba. Lo repite desde que era adolescente. Y digo yo que, llegados a este punto, ¿no es mejor intentar exprimirla al máximo y disfrutarla dignamente?Y cuando digo dignamente me refiero a conservar nuestra voz, nuestros pies, nuestra buena cara y nuestra economía de guerra para estos días. ¿Cómo?En Viva Jerez te damos algunas pautas para que sobrevivas al Real sin quedarte en casa.
-Pídete vacaciones. No hay mejor aval de supervivencia en la Feria que eso. Si no puedes hacerte con toda la semana, asegúrate al menos unos días, los primeros o los últimos, para que enganches con los fines de semana. No hay nada mejor que bailar y brindar hasta que el cuerpo aguante sin la intranquilidad de que tienes que madrugar. Si no tienes vacaciones, continúa leyendo.
-Organiza tu presupuesto. No es cuestión de ser cuadriculado y saber lo que te vas a gastar los días que puedas ir, pero ten en cuenta que la Feria es a mediados de mes y que después de ella hay que mantener el tipo diez días más. Así que mejor hacer cuentas antes para no llevarte luego sorpresas.
-Tira de zapato cómodo. Sí, cierto, un buen modelo no es lo mismo sin un buen taconazo, pero lo de ir “Antes muerta que sencilla” es un mito, al menos en lo que a los pies respecta. Si se te ponen morados, te sangran y ya no te quedan más tiritas que ponerte…será hora de irte. Lo peor es que esto te puede ocurrir antes de haber entrado en faena y bailar tu primera sevillana por haberte pasado de tacón.
-Hazte con un ‘kit de guerra’. Tranquilos. No será demasiado aparatoso. Pero nunca viene mal llevar en el bolso, un kit con protector de estómago, ibuprofeno, tiritas, gotas para los ojos o pastillas para las ronquera…la Feria es muy traicionera, sobre todo para los más jartibles. Los puedes conseguir en farmacias o prepáratelos tú mismo.
-Llévate un plano de la Feria. O llévalo encima en tu smartphone. Estamos hablando de 200 casetas. Vale, que al final siempre paras en las mismas, pero siempre vas a recibir el mensaje de alguien que te avisa para que vayas a verle. No sabes el tiempo que se pierde entre que te sitúas, y en el camino te vas parando con tu compañero de trabajo, del gimnasio o ese vecino al que le da por hablarte más que nunca.
-Píllate un día de ‘transición’. Sí, has leído bien, quédate un día en casa cuando vengas del trabajo y apaga el móvil para evitar tentaciones y que tu gente te acabe liando. Si te cuadra hazlo en el ecuador para recargar pilas y descansar también tu cartera para la recta final. A la mañana siguiente amanecerás como nuevo y con ganas de comerte el mundo. Que digo mundo, la Feria es nuestro mundo estos días.
- Pica algo entre rebujito y rebujito, o una buena copa de Fino para los más puristas, si no quieres que luego sea demasiado tarde. Entre el calor y bailar esa sevillana, esa rumba, o ese tema aspirante a canción del verano para la que nuestra Feria suele ser un termómetro importante, se te puede ir el santo al cielo. Ve a la barra, pídete un serranito, un buen plato de jamón, pimientos frito (a gusto del consumidor) o compra almendras fritas... Se trata de que tu estómago también tenga actividad.
-Reserva en una caseta con aire acondicionado. Las altas temperaturas suelen marcar el desarrollo de la Feria y en Jerez cada vez son más las casetas climatizadas.
-Cuidado con tomarte ‘la última’ y que las bebidas largas te rematen la jornada. Está científicamente demostrado y si por fin te decides a irte, ¿para que liarte más?
-Usa el transporte público o vuelve a pie. Si has conseguido dejar tu coche cerca de la Feria, déjalo ya aparcado para el día siguiente si no estás en condiciones. Todo menos ponerte en peligro a ti y al resto de conductores y peatones.
