El número de desplazados del oeste de la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, supera ya los 700.000 desde el comienzo de la ofensiva en la mitad occidental el pasado 19 de febrero para expulsar de la urbe al grupo yihadista Estado Islámico (EI), informó hoy el Ministerio de Migración iraquí.
El titular de la cartera, Yasem Mohamad al Yaf, detalló en un comunicado que unos 10.000 ciudadanos iraquíes se vieron obligados a dejar sus hogares en los pasados días, cuando comenzó la fase final de la ofensiva en el casco antiguo de la urbe, que tiene como fin liberar por completo la ciudad.
Señaló, además, que los desplazados fueron trasladados a campamentos que se ubican en el este, oeste y sur de la provincia de Nínive, cuya capital es Mosul.
A otras familias las trasladaron al este de Mosul, liberado el pasado 24 de enero por las fuerzas iraquíes conjuntas.
El ministerio llamó a las instituciones iraquíes para que realicen "más esfuerzos" para "devolver la vida" al oeste de Mosul, y para "allanar el camino" para el regreso de los iraquíes desplazados a sus hogares.
Los ciudadanos de la mitad occidental del que fue el principal feudo de los extremistas en Irak viven en campamentos, pese a que la mayoría de los barrios occidentales de la ciudad están liberados desde hace tiempo.
Los extremistas siguen atrincherados en las últimas calles que controlan en la zona histórica de la ciudad, la batalla más compleja para las fuerzas iraquíes por la afluencia de civiles en el área y por las estrechez de sus calles, que no permite la entrada de blindados.