“Hemos derogado en Consejo de Ministros el decreto”, dijo Micheletti en rueda de prensa en la Casa Presidencial, acompañado de varios de sus más cercanos colaboradores y de la legisladora republicana estadounidense Ileana Ros-Lehtinen, quien llegó ayer a Tegucigalpa.
El gobernante de facto había anunciado ayer mismo que pediría a sus ministros la derogación del decreto que restringía derechos individuales de las personas, que entró en vigor el 27 de septiembre pasado.
“Igual que como tomamos la determinación para establecerlo, igual haremos para derogarlo”, dijo ayer Micheletti a canales de la televisión local.
El decreto fue cuestionado por diversos sectores de Honduras, entre ellos los seis candidatos a la presidencia que participan en el proceso de las elecciones generales previstas para el 29 de noviembre próximo porque no podían proseguir su campaña electoral.
Pocas horas después de su entrada en vigor, el régimen de facto clausuró dos medios de comunicación e impidió que los seguidores del presidente depuesto, Manuel Zelaya, marcharan por Tegucigalpa y otros puntos de Honduras.
El decreto derogado ayer suspendió varias garantías constitucionales, incluida la libertad de prensa.
Además, Micheletti reafirmó ayer que, si se garantizan las elecciones de noviembre próximo y se pone fin a la crisis que vive el país mediante el diálogo, está dispuesto a renunciar al poder.
Sobre la restitución de Zelaya, dijo que “hay que hablar de los diferentes temas en el sentido que se busca garantizar las elecciones y que sean transparentes, masivas, una fiesta cívica”.