En su comparecencia en calidad de testigo ante el tribunal que juzga el caso, Rondot contradijo a Villepin en varios puntos, entre ellos, cuando dijo que el nombre de Sarkozy no salió en las reuniones que mantuvieron sobre este caso.
Según el general, que investigó el caso en 2003 y 2004, el ex primer ministro supo desde enero de 2004 que el nombre de Sarkozy estaba en los listados de beneficiarios del cobro de comisiones ilegales, que posteriormente se demostró que eran falsos.
Villepin había negado ante el tribunal que el nombre de Sarkozy, entonces ministro del Interior, saliera en aquellas reuniones, en las que reconoció que pidió a Rondot investigar los listines.
El espía también desmintió a Villepin cuando dijo que el entonces presidente, Jacques Chirac, no estaba al corriente del asunto.
Rondot señaló que Villepin, que era ministro de Exteriores en el momento, aseguró que el presidente había ordenado investigar este asunto.
El espía señaló que Villepin le pidió que no alertara del asunto a su superior, la entonces ministra de Defensa, Michèle Alliot-Marie.
El ex primer ministro comparece acusado de “complicidad en denuncia calumniosa”, al haber, presuntamente, maniobrado para que el nombre de Sarkozy fuera incluido en la lista de beneficiados del cobro de comisiones ilegales por la venta de unas fragatas a Taiwán.