Así, se contemplan 18 ayudas para la contratación de camarero de restaurante-bar; 18 para mantenedor y reparador de edificio; 14 para camarera de pisos; nueve para animador turístico; seis para ayudantes de cocina y nueve para recepcionistas de hotel. El incentivo a la contratación se otorgará en régimen de concurrencia competitiva y estará vinculado a la cantidad destinada a cada curso, no siendo posible aplicar la cuantía prevista para una categoría profesional a otra distinta.
Hay que destacar que numerosas empresas han mostrado ya su interés por contratar a estos alumnos tras el anuncio del alcalde de este incentivo que supone, aproximadamente, el 50 por ciento de los gastos sociales que estas entidades van a tener que asumir durante el periodo de seis meses.
Esta iniciativa se puso en marcha después de que el Gobierno cuatripartito, liderado por el concejal popular Ernesto Marín, pidiera cursos con un 60 por ciento de compromiso de contratación, por lo que recibió una subvención de la Junta de Andalucía de más de 300.000 euros. Sin embargo, el anterior delegado de Fomento, José Manuel Lechuga, puso en marcha los cursos sin cerrar con ninguna empresa este compromiso, y esta falta de gestión ha motivado que los alumnos que han ido acabando la formación se han encontrado sin el puesto de trabajo prometido.