“No movilizaremos a todos, sólo a aquellos con experiencia al servicio de las fuerzas del orden, familiarizadas con el uso de un arma y que gocen de autoridad”, precisó el ministro de Defensa del Gobierno provisional, Ismaíl Isákov.
Agregó que las autoridades se han visto obligadas a adoptar esta medida ante el insuficiente número de efectivos para estabilizar la situación en las regiones de Osh y Jalal-Abad, informó desde Biskek la agencia rusa Interfax.
En tanto, un primer grupo de voluntarios, compuesto por veteranos, tenía previsto dirigirse en breve al sur del país para cooperar en la estabilización de la situación, en respuesta al llamamiento hecho la víspera por el Ministerio del Interior.
También el sábado, desbordado por la ola de violencia, el Gobierno kirguís solicitó a Moscú el envío de fuerzas de paz, pero Rusia dijo no ver aún condiciones para participar en el arreglo al tratarse de un asunto interno de Kirguizistán, aunque sí se comprometió a prestar asistencia humanitaria.
Mientras, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa anunció el envío a Kirguizistán de su representante especial, el vicepresidente de la cámara baja del Parlamento kazajo, Zhanibek Karibzhánov, y del director del centro de prevención de conflictos del secretariado de la OSCE, Herbert Salber.