Fuentes del caso han informado a Viva que el titular del juzgado, Francisco Javier Carretero, adoptó esta decisión tras tomar declaración entre el jueves y el viernes a seis de los primeros imputados, entre ellos el exdirector del centro de cría del águila imperial de San Jerónimo, el exdirector del Programa de Conservación y el coordinador del mismo.
Los tres imputados, a los que se les acusa de robar huevos y pollos de águila imperial del medio natural y trasladarlos al centro de Sevilla con el objetivo de seguir cobrando subvenciones, explicaron al magistrado que forman parte de un proyecto oficial y científico de reintroducción de una especie en peligro de extinción. “No somos expoliadores, nos ha tratado como ladrones de huevos”, afirman desde fuentes cercanas a la investigación.
Además, los imputados expusieron el peligro creado por la difusión de esta operación al hacerse público los datos de localización de las parejas de águila imperial en un proceso con personas “ajenas” al programa, lo que ha provocado además que los auxiliares de campo duden si continuar “con el rescate de pollos por miedo a ser detenidos”.
Los imputados, cuya declaración hasta tuvo que retrasarse para que el juez celebrase una boda, pusieron en evidencia la incautación por parte del Seprona de documentación esencial para continuar desarrollando el proyecto, además de la necesidad de clarificar este caso para que el programa de cría continúe con normalidad.
El director del centro de cría, J. L. A. R, denunció al juez que “está pasando un calvario” puesto que su nombre aparece en todos los medios desde que el Seprona dio en rueda de prensa detalles de la investigación.
Fuentes de la defensa han confirmado que se interpondrá una queja ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por el trato “desconsiderado” recibido por parte del juez. “Se nos ha tratado como delincuentes”, señalan los imputados.
