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Jerez

Un centro cultural rescatado de las garras de un fondo buitre en pleno centro

La Gotera de Lazotea quiere estrenar su nuevo equipamiento a lo largo del próximo otoño

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  • Fachada del centro cultural de La Gotera de Lazotea. -

La Gotera de Lazotea quiere estrenar el 'teatro' que está levantando en el corazón del barrio de San Miguel el próximo otoño, aportando de este modo un nuevo atractivo al centro histórico de la ciudad y demostrando que es posible rescatar para uso cultural una parcela que durante años estuvo en manos de un fondo buitre. 

Las obras que se están ejecutando en la parcela adquirida al Ayuntamiento a través de un procedimiento de venta forzosa avanzan a buen ritmo y estarán finalizadas “en dos o tres meses”, según estima Eva Serna, que es una de las promotoras de esta iniciativa.

A partir de ahí, será necesario trabajar en la estructura interior del edificio y sobre todo en amueblarlo y “darle vida”. El proceso “es lento”, pero ya está empezando a dar sus frutos, apreciándose el resultado desde el exterior.

No hay que olvidar que los promotores debieron esperar “un año” para obtener la correspondiente licencia por parte del Ayuntamiento, iniciándose las obras este pasado mes de mayo. En la práctica, lo que se está levantando en la calle Molino de Viento es “más que un teatro, un casco de bodega”, que era “lo que más pegaba por esa zona”.

La nave en cuestión dispondrá de un “escenario grande” y capacidad para unas 160 personas. Además, la distribución del equipamiento permitirá que puedan ofrecerse representaciones al aire libre. “No será una sala de teatro al uso con sillas fijas, sino que serán movibles porque lo que queremos es una sala multiusos que sirva un poco para todo, también para talleres”, explica Eva Serna.

El local en sí estará “abierto a la gente de Jerez” y será “un espacio vivo” que el visitante sienta como “algo suyo”. El objetivo es dar salida a muchas iniciativas “de pequeña y mediana estructura” que no tienen cabida en el Teatro Villamarta o los espacios culturales de que dispone el Ayuntamiento, a los que en ocasiones “no es fácil acceder”.

En este sentido, la iniciativa privada “es muy importante” porque puede cubrir un espacio que hasta ahora adolece de un lugar en el que desarrollarse, aunque siempre teniendo claro que “la cultura no es un negocio”, de ahí que se haga necesario buscar “el apoyo del sector público” a través de ayudas o subvenciones a iniciativas concretas.

Eva Serna está convencida en cualquier caso de que hay “un despertar del interés por la cultura” y una sensación de que “Jerez no es solo flamenco y zambombas”, algo que también evidencia el hecho de que la iniciativa privada vaya a recuperar el edificio del antiguo Cine Jerezano para reconvertirlo en teatro.

Para los miembros de La Gotera de Lazotea, que son básicamente quienes impulsan la iniciativa, embarcarse este proyecto es “toda una aventura” con la que habían venido soñando “desde hacía muchísimos años”. “Las cosas vienen cuando tienen que venir y hemos aprovechado esta oportunidad. Como compañía ya somos algo mayores y cada vez nos resulta más difícil mantener el ritmo de viajes. Es una oportunidad para desarrollar nuestro trabajo aquí, de darle una oportunidad a muchísima gente que reclamaba un espacio así y de algún modo es como un trabajo de Fin de Grado”, concluye.

La historia de la parcela

Como ya se ha dicho, esta parcela fue adjudicada por el Ayuntamiento a estos emprendedores por 50.005 euros tras culminarse un procedimiento de venta forzosa.

Hasta entonces, el suelo estaba en manos de un fondo de inversión que no había cumplido con sus deberes urbanísticos, lo que en su día llevó al Consistorio a intervenir utilizando para ello las herramientas que le proporciona el ordenamiento jurídico e incluyéndola en el Registro municipal de solares y edificaciones ruinosas.

La finca, con una superficie de 549 metros cuadrados, y una edificabilidad de 823, fue declarada en su día en ruina urbanística, habiendo sido ocupada de manera ilegal en reiteradas ocasiones y motivando las denuncias del vecindario.

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