“Ya vienen, ya vienen”, murmuraban niños y niñas de distintas edades que se agolpaban en las inmediaciones del Castillo de Luna. “¡Cógeme papá, que quiero verlos bien!”, exclamaba ansiosa una pequeña de mejillas sonrosadas que se encaramaba, no sin dificultad, en los hombros de su progenitor. Y es que en las inmediaciones del Palacio Municipal no cabía un alfiler. Niños y niñas de Rota, acompañados de sus padres y madres, se habían echado a la calle para acompañar a sus Majestades los Reyes Magos de Oriente en su ineludible cita de cada 5 de enero con los más pequeños de la villa.
Ilusión y alegría contenida que estalló en exclamaciones de júbilo cuando Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados por la Estrella de la Ilusión y el Cartero Real, hicieron acto de presencia, como ya es toda una tradición en la localidad, entre las almenas de la azotea del Castillo para saludar a los allí presentes.
Instantes después, los Reyes Magos, la Estrella y el Cartero bajaron hasta la puerta principal del Palacio Municipal para dirigir unas palabras a los niños y niñas de Rota. Recibidos entre una nube de papelillos, serpentinas y flashes que pretendían inmortalizar el momento, Melchor, Gaspar y Baltasar han tomado la palabra para agradecer a los pequeños su buen comportamiento durante todo el año, lo que implica que “habrá regalos para todos”.
Acto seguido, el ganador del concurso ‘Carta a los Reyes Magos’ organizado por el Consistorio, Álvaro Pérez del colegio Luis Ponce de León, ha leído ‘in situ’ su misiva a los Sus Majestades. Una emotiva carta en la que ha pedido trabajo para aquellos padres que sufren las consecuencias de la crisis y regalos para los niños “de las familias que lo están pasando mal”.
Posteriormente, y antes de partir hacia la avenida San Juan de Puerto Rico donde daría comienzo la Gran Cabalgata, Melchor, Gaspar y Baltasar han protagonizado la adoración al Niño Jesús ante el Belén Viviente del colegio de los Salesianos, ubicado en una abarrotada plaza Bartolomé Pérez. Un hermoso momento que estuvo amenizado por las voces de la Escolanía municipal ‘El Galeón’.
Faltaban pocos minutos entonces para las cinco de la tarde. Padres y niños de Rota se trasladaban apresuradamente desde la plaza Bartolomé Pérez hasta la avenida San Juan de Puerto Rico. Buscaban la mejor posición. El lugar perfecto para ver cómodamente el trascurrir de sus Majestades y recoger el mayor número de caramelos. Mientras, los pequeños preparaban sus bolsas de plástico para las chucherías desbordados por los nervios y la ilusión.
La Gran Cabalgata de los Reyes Magos ha partido, pasadas las cinco de la tarde, precedida de un fuerte aplauso de los niños y niñas de Rota. Una cabalgata formada por once carrozas sonorizadas que han portado a los Reyes, el Cartero y la Estrella de la Ilusión, a las Ninfas y Sirena del Carnaval y a las Damas del Rosario, así como a los miembros de la compañía de teatro ‘Padre Santiago Gassin’ con la que la Delegación de Fiestas ha contado este año para reforzar el espectáculo de este desfile con el musical ‘El Rey León’.
Toda una sinfonía de música, colorido, caramelos y juguetes que, a su paso, ha hecho las delicias de pequeños y mayores. Así, desde San Juan de Puerto Rico, la Cabalgata ha pasado por Sagrado Corazón de Jesús, Zorrilla, Calvario y plaza del Triunfo, para continuar por Zoilo Ruíz Mateos, San Juan Bosco, Juan Sebastián El Cano, Duque de Ahumada, Rubén Darío, avenida Príncipes de España, avenida María Auxiliadora, avenida de San Fernando, San Antonio, Calvario, y Veracruz, hasta la plaza de Andalucía.
Una vez alcanzada esta plaza, aproximadamente a las nueve y media de la noche, la Cabalgata se ha disuelto. Pero Melchor, Gaspar y Baltasar aún tenían mucha más ilusión para repartir entre los niños y niñas de Rota.
Por ello, y como ya es habitual, sus Majestades, acompañados por la Estrella y el Cartero, se han dirigido al escenario central instalado en la plaza de España desde donde se han despedido de Rota arrojando juguetes, balones y caramelos hasta no más de las diez. Y es que, pese a sus mágicas facultades, a Melchor, Gaspar y Baltasar, aún les queda una larga noche de trabajo por delante.