Quien me haya leído alguna vez, si es que alguien ha tenido la paciencia de hacerlo, sabe que soy un declarado “cascaner”. Ya dije alguna vez que admiro su cariño y a susurrealista, divertida e irreverente chirigota en la que tienen sitio aquellos que, sea por su discapacidad física o intelectual,encuentran impedimentos para integrarse en una sociedad egoísta donde sólo tienen cabida los cuerdos o los que son tildados de normales.
Escribo esto cuando aún no los hemos visto y oído la noche de este lunes en las tablas del Falla. Pero, gracias al gran Popo, he podido disfrutar de uno de sus ensayos y creo que no van a dejar indiferentes a nadie con esa ácida versión de la chirigota de Juan Carlos que traen este año.
Es un año difícil de grandes chirigotas y lo tendrán difícil. Pero donde han sido un primer premio ha sido en solidaridad. Muchos llevan en sus letras al pueblo valenciano y la crítica a los ineptos gobernantes que no fueron capaces de prevenir el gran desastre vivido con la Dana. Pero solo conozco a una agrupación que ha cogido un autobús para Valencia, que se ha arremangado allí para ayudar a recoger el fango y que le ha cantado a los afectados su pasodoble in situ, la del Cascana.