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Lunes 17/06/2024  
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Cádiz

Pablo Álvarez, coordinador de Ecologistas en Acción Cádiz. “La Ley de Costas es un paso al frente en la privatización de lo público”

La organización ecologista se personará ante la Fiscalía para denunciar la muerte del drago del Tinte. También ha solicitado la anulación del Plan Parcial de Valdevaqueros y están dentro de la plataforma ciudadana Cádiz Libre de Fracking

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  • Pablo Álvarez

En esta entrevista, tratamos con el coordinador provincial de Ecologistas en Acción asuntos de actualidad como el estado de las playas, la muerte del drago o el proyecto previsto para Valdevaqueros en el término municipal de Tarifa.

—¿Ecologistas en Acción forma parte de la plataforma Cádiz libre de Fracking, en qué consiste el fracking y qué queréis evitar uniendo vuestras fuerzas?
—El fracking, en castellano fracturación hidráulica, es una técnica para extraer gas natural que se encuentra confinado en pizarras y esquistos a grandes profundidades bajo la superficie de la tierra. Hay que perforar el subsuelo y fracturar las rocas que almacenan el gas para poder extraerlo. Se trata de una técnica altamente contaminante que lleva asociados una serie de impactos ambientales inasumibles. Desde la contaminación de los acuíferos y las aguas de consumo con productos cancerígenos hasta el aumento de la sismicidad, pasando por la destrucción del paisaje y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto conllevaría efectos negativos sobre sectores económicos tan importantes como la agricultura, la ganadería y el turismo. Todo lo que dependa del agua está amenazado, y todos dependemos del agua. Es una técnica que se está importando desde los Estados Unidos. Son empresas de allí que ahora han venido a Europa a vendernos su tecnología con pretendiendo hacernos creer que “de repente” somos ricos. Allí llevan haciendo fracking más de 10 años y es precisamente de allí de donde conocemos las consecuencias ambientales nefastas a la que nos enfrentamos. Es un intento de exprimir la última gota de recursos fósiles de debajo de la tierra para luego vendérnoslos, beneficio para unos pocos y ruina para el resto. La plataforma ciudadana Cádiz Libre de Fracking lucha para pararle los pies al Fracking, centra su actividad en la ofrecer información tanto al ciudadano de a pie, mediante charlas y exposiciones públicas, como a todos los grupos del espectro político. De momento, hay voluntad política y se está consiguiendo que municipios de la provincia se declaren Libres de Fracking por unanimidad de sus plenos municipales. Pretendemos que la provincia entera sepa qué es el fracking y qué se nos viene encima si se llegara a implantar.

—Ha dicho en los medios de comunicación que la aparición de carabelas portuguesas en nuestras costas ha sido algo puntual, pero que si se empieza a repetir sí habría que estudiar este fenómeno a fondo, que podría deberse al calentamiento global…
—Las carabelas portuguesas son organismos coloniales, de aguas oceánicas que viajan a la deriva arrastradas por el viento y las corrientes marinas. Nos consta que las carabelas aparecen varadas en las costas atlánticas de la provincia al menos una vez al año, asociadas a temporales de poniente. Si cada vez aparecieran más y más veces sería preocupante porque algo grave estaría sucediendo en nuestros océanos, algo a gran escala. Pero se trata de una conclusión muy prematura asociar el aumento de los varamientos al cambio climático, es muy difícil determinar con rigor que el causante sea el calentamiento global, es a la ciencia a la que corresponde establecer esas conclusiones. Es necesario que científicos especializados den su punto de vista y estudien estos eventos. Es verdad que ya se están observando efectos del calentamiento global sobre los ecosistemas, por ejemplo la “tropicalización” de zonas frías, que hace que aquí se encuentren especies de otros lugares más cálidos. El deshielo de los casquetes polares repercute también sobre las corrientes marinas, modificando sus características de temperatura, salinidad, dirección, velocidad y todo esto puede repercutir en que, de repente, una especie que antes era poco habitual por esta zona ahora sea dominante. También hay otros factores que pueden afectar al equilibrio ecosistémico de las carabelas, por ejemplo la desaparición de sus depredadores como las tortugas marinas.

—En las últimas semanas hemos asistido en Cádiz a la muerte del drago más antiguo que quedaba en pie. Ya sólo queda un ejemplar bicentenario, que está ubicado en el patio interior del Obispado. ¿Qué opinión le merece la reacción que han tenido las administraciones en torno a este asunto?
—La dejadez de la admistración en el asunto del drago evidencia inmadurez política y responsabilidad pública, hemos perdido un legado histórico de Cádiz, era anterior a la Constitución de La Pepa, y estaba protegido por diferentes normativas y contemplado como sitio histórico, afortunadamente no ha habido víctimas humanas por el desplome, pero ha sido por casualidad. Para los actuales gestores públicos los Bienes de Interés Cultural, como era el Drago, suponen un problema y no como una oportunidad. Este patrimonio se desaprovecha en Cádiz, como los recursos humanos y el medio ambiente. No solo es el drago, hay muchos Bienes de Interés Cultural completamente olvidados de los cuales se podría obtener un beneficio social. En este caso hay varias administraciones implicadas, la Consejería de cultura de la Junta de Andalucía y la Concejalía de parques y jardines municipales. Ambos responsables políticos deberían dimitir, se ha cometido un gran desprecio por un organismo que lleva más de doscientos años acompañando a la sociedad gaditana. Ecologistas en Acción está estudiando el caso y se personará ante la fiscalía provincial para que se aplique la ley.

—Han pedido al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, que anule el proyecto de Valdevaqueros, que incluye la construcción de un complejo urbanístico en una playa virgen del término municipal de Tarifa, ¿En qué punto se encuentra este proyecto actualmente?
—El Plan Parcial está aprobado e inscrito en el Registro de Instrumentos Urbanísticos de la Junta y recurrido ante los tribunales por Ecologistas en Acción. No han presentado proyecto de urbanización y por tanto no hay licencia alguna para obras. Ni el presidente de la Junta ni el consejero de agricultura, pesca y medio Ambiente han contestado a nuestra solicitud de anulación del Plan Parcial a pesar de que hemos insistido varias veces. Vamos a elevar una queja por esta falta de contestación y actuación al Defensor del Pueblo. Valdevaqueros en una zona de alto valor ecológico y paisajístico, que está parcialmente incluido en el Parque Natural del Estrecho, en un Lugar de Interés Comunitario (LIC), en una Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA) y en la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo, también está en el entorno del Parque Natural Los Alcornocales. No es comprensible ni admisible que tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, y tras el desastre a que nos están llevando los activos tóxicos de la banca y cajas de ahorros, se sigan aprobando Planes de Ordenación Urbanística con millones de metros cuadrados de suelos recalificados para fines residenciales y/o turísticos y miles de nuevas viviendas, cuando hay un gran stock de viviendas sin vender en Andalucía y la sociedad no puede acceder a ellas por su precio. Tarifa tiene un atractivo turístico basado en su naturaleza y sus recursos naturales; es su gallina de los huevos de oro. Resulta más inteligente, y beneficioso a largo plazo, preservar el medio natural de Tarifa fortaleciendo prácticas económicas respetuosas con el medio ambiente, que obtener beneficios a corto plazo sepultando bajo el hormigón lo poco que queda virgen del litoral.

—La nueva Ley de Costas ampliará las posibilidades de poder construir más cerca de la costa, ¿qué opinan? ¿Van a hacer algo en contra?
—La nueva Ley de Costas en un paso atrás en protección del medio ambiente y un paso adelante en la privatización de lo público. Va a posibilitar que muchos espacios dejen de ser Dominio Público Marítimo Terrestre (DPTM) y eso implica que los españoles perdamos algo que antes era nuestro, por ejemplo, considera que urbanizaciones con puertos deportivos pasen de estar en un lugar público a uno privado. Otro ejemplo, se va a permitir la privatización de zonas donde llega el mar ayudado por la intervención humana, esto es muy ambiguo y de subjetiva aplicación, todas las salinas de la Bahía de Cádiz cumplen con esto, estaríamos ante la privatización de todos los recursos naturales de la Bahía de Cádiz y eso es un patrimonio de todos.
Esta nueva ley también va a permitir que instalaciones en el DPMT que tenían una concesión de 30 años, pasen a tenerla de 75 y puedan hacer obras y traspasos, esto es una privatización encubierta. Haremos todo lo que podamos por combatir esta nueva Ley, pero lo tenemos muy feo; ya ha pasado el trámite parlamentario y se está debatiendo en el Senado. Está prácticamente aprobada. Desde luego hay particulares que se van a enriquecer mucho con esta nueva ley en detrimento de todos los ciudadanos.

—¿La protección del medio ambiente ha dejado de ser una prioridad para los gobiernos con la crisis?
—Sin duda, no hay más que comprobar los presupuestos autonómicos y centrales, o hablar con los trabajadores, que en algún caso no tienen ni para combustible.

—¿Qué proyectos o planes se han visto más afectados en la provincia?
—Todos, los relativos a especies y espacios naturales, y los de protección y calidad ambiental.

—El concepto de sostenibilidad está muy en boga entre los dirigentes, ¿pero realmente aplican políticas en este sentido?
—Rotundamente no. Los dirigentes políticos han adoptado el término de la sostenibilidad en sus argumentos y en su dialéctica, pero sin aplicar el concepto con rigor. Simplemente utilizan el término como un adjetivo bonito para adornar frases,  como resultado han banalizado el concepto completamente. Además, hay una interpretación torticera del término que intenta justificar proyectos del todo insostenibles, pero disfrazados de sostenibilidad. Otro concepto proveniente del mundo ecologista y desvirtuado por el argumentario político es el de “desarrollo sostenible”.

—¿En qué se ha avanzado en la ciudad de Cádiz desde el punto de vista medioambiental?
—En poco, es posible que la ciudad se vea más limpia desde el punto de vista de la limpieza de las calles, y también se ha implantado un sistema de reciclaje que parece que poco a poco va calando en la ciudad, pero eso es muy poco. En términos generales se retrocede porque se potencian los consumos de energía mediante excesos de iluminación y complementos inútiles como paneles luminosos. Se favorece el uso de vehículo propio cuando Cádiz tiene potencial para ser una gran capital de la bicicleta, ahí están los ejemplos de Sevilla y Barcelona donde los sistemas de bicicleta urbanos están perfectamente implantados y dando resultados muy buenos.  Si sumamos la energía que gastan los coches, la que gastan los edificios mal aislados y la energía que gasta la propia ciudad y dividimos el total entre el número de gaditanos, esta sería una ciudad a la cola de Europa en eficiencia energética.

—¿Cómo ve el aspecto de las playas de Cádiz? ¿Precisan de una regeneración urgente?
—Nosotros no somos partidarios de la regeneración artificial de las playas. A las playas hay que estudiarlas y tratar de corregir los factores que le perjudican. Es cierto que lo que perjudica las perjudica en esta ciudad es la gran barrera de pisos que tiene detrás que intercepta el régimen de vientos, pero habría que estudiar concienzudamente cómo no malgastar en regeneraciones.

—¿Ecologistas en Acción está en contra o a favor de las barbacoas del Carranza?
—En contra, es muy positivo que la gente se divierta aprovechando un espacio público como la playa, pero no a costa de generar toneladas de residuos y perjudicar la calidad ambiental de la playa.

—¿Los gaditanos somos ecologistas?
—No demasiado, para los tiempos que corren es necesaria mayor presión social para que las cosas se hagan con un criterio ecológico y justo. Activistas somos solo unos pocos, la mayoría pasa.

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