Los helicóperos del Ejército del régimen sirio han bombardeado este sábado el barrio de Salá al Din (Saladino), en el centro de Alepo, mientras en otros puntos de la ciudad continúan los combates entre las milicias sublevadas y las fuerzas del presidente Bashar al Assad, que podrían estar preparando un asalto a la ciudad.
Tres milicianos rebeldes habrían muerto esta madrugada en Alepo y diez personas más han fallecido durante la ofensiva de las tropas gubernamentales en Maadameyat al Sham, cerca de Damasco, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un organismo independiente con sede en Londres, que ha informado de que durante el viernes murieron 160 personas en todo el país, especialmente en regiones como Homs, Hama y Deraa. Según este grupo, unas 18.000 personas han fallecido desde que comenzaron las protestas contra el régimen, en marzo del año pasado.
El Observatorio ha confirmado los ataques en el barrio de Salá al Din, en Alepo. "Los helicópteros están participando en los combates en la entrada al distrito de Salá al Din y bombardeándolo (...). También hay combates violentos en las entradas al distrito de Sajur", señala el organismo.
Desde la propia ciudad, la más poblada del país, un activista de la oposición ha asegurado que en las calles hay carros de combate y vehículos blindados de transporte de tropas que se dirigen precisamente hacia Salá al Din.
Testigos presenciales han informado desde el norte de la ciudad que la población puede aún acudir a los comercios o trabaja en los campos, pero también son evidentes la presencia tanto de milicianos del Ejército Libre Sirio (ELS) como de los helicópteros militares.
Ya hay quien huye de la ciudad por miedo a los próximos combates. "Estamos viviendo en una zona de guerra. Mi familia y yo no hacemos más que movernos para intentar quedarnos lejos de los combates. Nos fuimos de Alepo cuando vimos humo y helicópteros disparando", ha relatado un hombre de unos 40 años que viaja en motocicleta con su familia hacia la localidad de Azaz, cerca de la frontera con Turquía.
En la carretera que une Alepo con la frontera turca los milicianos rebeldes han levantado controles identificados con carteles. "Este es un control del ELS. Que Alá le proteja", reza.
La batalla por el control de Alepo, la capital económica del país, donde viven 2,5 millones de habitantes, podría ser uno de los momentos cruciales del conflicto que enfrenta al régimen con las milicias sublevadas. Los analistas militares creen que Al Assad cuenta con más fuerza militar que le permitiría controlar Alepo y otras ciudades importantes, pero no ven tan fácil que consigan imponerse en las zonas rurales debido a las dudas sobre la lealtad del Ejército.
"Las fuerzas de Al Assad probablemente lograrán una victoria táctica que supondrá un paso atrás para las fuerzas de la oposición y permitirá al régimen demostrar su dominio militar", ha explicado el analista Aiham Kamel, del centro de estudios Grupo Eurasia.